Y me morí

informació obra



Vestuari:
Fran de Benito, Mariona Signes
Assesoria de moviment:
Gaia Bautista
Direcció:
Juanjo Cuesta-Dueñas
Intèrprets:
Francesc Marginet, Abel Reyes, Marc Tarrida
Dramatúrgia:
Juanjo Cuesta-Dueñas, Francesc Marginet, Abel Reyes, Marc Tarrida
Companyia:
Dúo Fàcil
Sinopsi:

Aquests dies de confinament no hi ha teatre. Amb l'objectiu de reconfortar i acompanyar aquests dies de soledat i estranyes, moltes companyies que han penjat vídeos dels seus muntatges. Recomana, sensible a la iniciativa desinteressada dels artistes, els ordena a través del web.  

Podreu accedir a la gravació el dia 3 d'abril al vespre a través de les xarxes socials de la companyia: twitter o instagram.

Espectacle inspirat en la música i els contes mexicans i les moltes expressions festives d’aquest país relacionades amb la celebració de la mort. Els nostres protagonistes ens relaten, en to de tragicomèdia, tant la mortificació que els va perseguir en vida, com la bona vida que els va rebre després de la seva mort.

Mitjançant els jocs amb l'escenografia i el fregolisme escènic, congreguem en aquest espectacle 2 mons ben diferents: d’una banda la lleugeresa d’un tosc cabaret provincià, amb un dominant d'humor i cançó, i d’altra la transcendent reflexió de 3 morts que acudeixen a la vetllada a explicar la recta final de les seves pobres vides, girant l’espectacle cap a una realitat més delicada, fràgil i poètica. 

Un ambient polsegós, barreja de corridos, rancheras, taüts, tequila i cantinas atrotinades, on pensar sobre la fragilitat de l'ésser humà, de les seves habilitats per a la superació i l'eficàcia del bon humor per suportar-ho tot.

Crítica: Y me morí

15/10/2017

CABARET TRAGICOMICO A LA MEXICANA

per Ferran Baile

Interesante, atrevida y muy recomendable propuesta escénica. Y me morí, combina con acierto el espectáculo cabaretesco, el drama teatral y la fascinante cosmovisión mexicana en torno a la muerte y a la vida, que sus autores acertadamente definen como Cabaret tragicómico mexicano para tres difuntos. Un intenso trabajo de investigación, asimilación, dramaturgia y puesta en escena, realizado a lo largo de un año y medio por el profesor Juanjo Cuesta-Dueñas y sus alumnos Francesc Marginet, Abel Reyes y Marc Tarrida en  el Institut del Teatre. 

El resultado es brillante y nos acerca a una de los aspectos más destacados de la rica cultura mexicana. Su vital visión de la muerte. El enriquecedor sincretismo en que las visiones católicas e indígenas se entremezclan sabrosamente aliñadas con el demoledor sentido del humor popular, incluso en las circunstancias más trágicas. 

El espectáculo conjuga dos partes, aparentemente antagónicas, pero que casan a la perfección. Se nos recibe con nachos (doritos) y chupitos de tequila (traguitos) con los actores travestidos de muchachas con traje folklórico mexicano, en la mejor tradición del cabaret provinciano. Rancheras, corridos, músicas tradicionales mexicanas tan conocidas como Volver, volver, El rey, Ay Jalisco, no te rajes, Adelita,  dan paso a La Bruja, popular canción muy relacionada al mundo de los muertos, y La Llorona.

Aparecen tres ataúdes en escena y los tres travestidos, émulos de la Catrina, las calacas (tradicional, crítica y sensual representación de la muerte), se transforman en muertos revividos, trágicos personajes representantes del México más humilde, del México rural, que recrean sus últimos días.

Ambiente polvoriento, olor de sudor y perfume de aguardiente, mezcal y tequila del barato, entre cutres cantinas. Flota en el aire la atmósfera lírica del mundo rural y rudo de los escritos de Juan Rulfo, aquí apenas insinuado en los personajes de Perseverancio el tullido, Macario el pendenciero y Rogelio, el modesto ganadero que mató al cacique Camilo por un pleito por las tierras y el pasto para sus animales. Magnífica la escena en rueda de la borrachera.  

Una puesta en escena que cuenta además del cuidado vestuario, con una escenografía en constante mutación, que en el estrecho espacio de la Sala Fregoli del Espai Brossa exigió una habilidad suplementaria a los actores.

Textos de Becquer, Ruben Darío, Tomás Villarroel, Horacio y Cátulo emanan entre las canciones y las sucesivas escenas. Un riguroso trabajo que combina técnicas teatrales, (desde el fregolismo escénico al teatro de texto, pasando por el cabaret alocado, la música y las canciones), con la sensualidad del acento mexicano y la divertida procacidad de muchas de sus expresiones..

Meritorio trabajo de Juan José Cuesta-Dueñas en la dirección y de Francesc Marginet, Abel Reyes y Marc Tarrida en la interpretación. De los cuatro en la dramatúrgia y de Jairo Fuentes y Violeta Ollauri en la concepción de la escenografía y de Fran de Benito y Mariona Signes, en el vestuario. Un espectáculo que merece seguir más allá de estos días en el Espai Brossa. Tener un mayor recorrido. Hay un público potencial que lo agradecerá.  


Dúo Fácil, Liquido Teatro y La Magneto Mecánica

Marginet; Reyes y Tarrida, que ya están en la recta final de sus estudios en el Institut del Teatre, crearon ese dúo de tres, Dúo Fácil, como una broma, dedicándose en las fiestas a realizar imitaciones de profesores y compañeros.  Juan José Cuesta-Dueñas, profesor del Institut del Teatre, oriundo de Burgos, creó la compañía Líquido Teatro en su tierra natal y dejó en la memoria interesantes trabajos entre los que destaca una versión de La casa de Bernarda Alba y un Sueño de una noche de verano. La Magneto Mecànica es un ente fantasmagórico que los une, apenas nato, en este espectáculo.


EL DIA DE LOS MUERTOS EN MEXICO

Durante la colonización española, la iglesia católica intentó, a golpes de crucifijo,  implantar el catolicismo. No todos siguieron sus normas, ni sus dogmas. Hubo quienes apreciaron las culturas indígenas y lucharon por respetarlas. El resultado es este maravilloso y enriquecedor sincretismo que se manifiesta especialmente en las celebraciones del Día de los Muertos (31 de octubre, 1 de noviembre). Los difuntos, o como allí se les conoce, los que se nos adelantaron, son literalmente revividos. Se habla con ellos, se les canta, se les da de comer, de fumar, se les llena de flores, se discute con ellos (si en vida lo hacían), y eso sí todo termina en concordia con un buen tequila y tragos de cerveza. 

Para los que quieran adentrarse en esta fascinante celebración, hay mucho material en Google, filmaciones en Youtube y a finales de octubre, principios de noviembre, se puede seguir la Ruta de Altares, más de treinta en la ciudad de Barcelona. Puntos destacados entre otros, www.mexcat.org (Associació Cultural Mexico Catalana, Mir i Giribert, 8-junto a plaza Espanya), Casa América Catalunya (http://americat.barcelona, Córsega, 299, entre Enric Granados y Aribau) i BiblioMusiCineteca Associació Cultural (Vila Vilà, 76, junto a El Molino, www.bibliomusicineteca.com)

Text : ferranbaile@gmail.com