Yo Feuerbach

informació obra



Direcció:
Antonio Simón
Intèrprets:
Pedro Casablanc, Samuel Viyuela
Escenografia:
Eduardo Moreno
Vestuari:
Sandra Espinosa
Il·luminació:
Pau Fullana
So:
Sandra Vicente
Producció:
Grec 2016 Festival de Barcelona, Velvet Events S.L.
Autoria:
Jennifer Haley
Traducció:
Neus Bonilla
Estrena:
Grec 2016
Sinopsi:

Considerat un dels grans del teatre europeu i venerat al centre del continent, l'alemany Tankred Dorst va signar el 1991 un text commovedor sobre tots aquells que no aconsegueixen ser protagonistes, sobre la necessitat de les segones oportunitats i, en general, sobre l'absència de generositat en el món d'avui. 

Per fer-ho, ens mostra les crisis, socials i personals, que ens obliguen a reinventar-nos, a buscar una nova versió de nosaltres mateixos. És el que ha de fer Feuerbach, un actor madur amb grans qualitats que, tot i això, busca feina. L'haurà de demanar no a un director de teatre, sinó al seu ajudant, un jove inexpert que acaba d'arribar al món de l'espectacle i que ens farà pensar en la manera que funciona el món d'avui. Cinisme, humor, força, delicadesa... 

Són algunes de les armes que utilitzarà Feuerbach per mirar de seduir el seu jove antagonista, en un exercici de talent que s'acosta al patetisme i que genera, a la vegada, tendresa i humor. El conjunt és un exercici de poesia emocional que ens parla de les grandeses i misèries de la condició humana.

Crítica: Yo Feuerbach

18/07/2016

Magistral interpretación de Pedro Casablanc

per Elisa Díez

(...)
Dos épocas y dos maneras diferentes de hacer se enfrentan en escena, la del actor que ya ha conocido el éxito y que parece que esté de vuelta de todo. Él reclama que se le trate como lo que es, o lo que fue, que para él hacer un casting ya estaría fuera de toda lógica. El joven ayudante de dirección, con ansias de comerse el mundo y que no entiende de escalas profesionales y trata de tu a tu al actor, no por falta de respeto sino porque la época ha dejado de tratar como dioses aquellos que llegaron primero. 

Egos, soberbias, lecciones de vida, un desprecio por la juventud y por la veteranía se dan cita durante toda la representación. Nada fuera de lugar. Hasta que de repente hay un momento de esclosión donde ambos personajes se encuentran en el mismo plano, un magnífico momento metateatral y el inicio que hace al espectador empezar a posicionarse y tomar partido por uno de los dos. El caramelo que se nos presenta tiene dos caras, y ambas pueden ser deliciosamente disfrutadas.

Brillante recital interpretativo el que se marca Pedro Casablanc como actor venido a menos. Indescriptibles los innumerables recursos interpretativos que despliega a lo largo de toda la obra. Un placer para los teatreros que puedan disfrutarlos. Solo él en escena, porque la escenografía no puede ser más minimalista y la iluminación precisa, hace que destaque su luz por encima del envoltorio. En las réplicas le acompaña Samuel Viyuela González, el joven ayudante de dirección que aguanta perfectamente el tipo delante del magistral trabajo de su compañero. (...)