RECOMANACCIONS. cròniques ‘a la cuina’


17/03/2020

Crònica de divendres al Trapezi

De la tierra al cielo

per Recomana

Algunos artistas se encaraman hacia el cielo, desde trapecios o cintas, o construyendo torres Eiffel con perchas de madera y cuerdas, como el 'Abscisa' de Jordi Galí. Y hay también quien habita allá arriba, compartiendo cuadro con otras ángeles y conversación con Dios. Ella es Pepa Plana, una de las estrellas de esta 21ª edición de Trapezi, la Fira del Circ de Catalunya, que hasta el domingo acoge los espectáculos de 39 compañías procedentes de seis países. 

Desde su 'Paradís pintat', la gran payasa catalana dibujó sonrisas y carcajadas en la platea del Teatre Fortuny, aunque al final las muecas se torcieron al asomar bajo el mar la tragedia de los inmigrantes. Estupendo espectáculo acogido con grandes aplausos, como sucedió con el cabaret inaugural. Un popurrí de números con música en directo de la Banda Circonautas y Joan Garriga, y los payasos Jordi Martínez, Oriolo y Arquetti haciendo de las suyas. La plaza del Mercadal se llenó, pero pocos les hicieron caso cuando animaron a besar, con lengua, a quienes tuvieran detrás.  

Oskar, de la tierra al cielo, así presentaron a un virtuoso de la cinta (impresionó alzándose enganchado por la boca) que empezó su actuación sumergiendo y conectando su cabeza sobre una montañita de arena. El dúo Toni y Mila aunó en las alturas de la cuerda belleza, dificultad y cambio de roles (ella hacía de portadora) y completaron el show el joven Hugo Bergman, con la rueda, el malabarista Ramiro Vergaz, el equilibrista O'Neil Reyes  y los suecos Baltic Seaman, en la percha china.

Complicidad, simplicidad y naturaleza reivindicaron los dos integrantes de Zircus Morsa en el poético y exquisito 'La fin demain'. Una pareja que se encuentra y busca el equilibrio confiando el uno en el otro. Buen mensaje para esta sociedad individualista y tecnológica. Ellos, con una tabla de madera, un cilindro de cartón, una cuerda y mucho talento tuvieron suficiente para llevarse el gran regalo del público. El caluroso reconocimiento del Bravium Teatre. Bravo.