Entre chien et loup

informació obra



Direcció:
Christiane Jatahy
Sinopsi:

Teatre i cinema es retroben en una adaptació lliure de 'Dogville' de Lars von Trier

Christiane Jatahy, una de les creadores brasileres amb més renom internacional, adapta lliurement la celebrada Dogville de Lars von Trier per continuar amb el discurs polític i social que dominava el seu anterior muntatge, O agora que demora, presentat el 2019 al Temporada Alta. Grace, la protagonista, fuig d’un règim totalitari i troba refugi en un teatre on un grup de comediants està immers en l’adaptació de la pel·lícula per treballar la idea de l’acollida dels forasters. Una situació ambigua on la directora d’escena i cineasta torna a experimentar amb el seu inimitable llenguatge híbrid entre el teatre i el cinema.

Crítica: Entre chien et loup

11/11/2021

Sofisticada incomparecencia

per Juan Carlos Olivares

El último espectáculo presentado por Christiane Jatahy en el Temporada Alta deja dos evidencias. La primera es que la artista brasileña -cada vez más asentada en la élite de la escena centroeuropea- es una virtuosa en buscar nuevas formas para casar el lenguaje teatral y el cinematográfico y de paso plantear un acertijo sobre la ficción y sus particulares reglas espacio-temporales, sobre todo cuando se solapan. Esa pregunta es una constante en su trayectoria desde su adaptación de La señorita Julia de Strindberg. Misma cuestión, diferentes maneras de aproximarse. Con Entre chien et loup se acerca a la prestidigitación de algunos de los experimentos escénicos de Heiner Goebbels. Jatahy lo hace sin buscar el misterio del alemán. Prefiere el juego especulativo, con los espectadores persiguiendo el tiro de cámara y las disonancias entre realidades. Una pesquisa que llega a imponerse a veces al drama y su mensaje.

La segunda evidencia es que las cuestiones sociales que parecen centrar sus últimos proyectos no se resuelven con la misma sofisticación dramatúrgica que exhiben sus dispositivos escénicos. Los problemas de equilibrar y conyugar teatralidad y discurso político presentes ya en O agora que demora se reafirman en Entre chien et loup a pesar de la promesa que la revisión escénica de Dogville de Lars von Trier es sólo un punto de partida para una mirada crítica propia sobre la latencia del fascismo. Nos propone un experimento y un debate -verbalizado por uno de los intérpretes- y en realidad nos sumergimos en la corriente del guion original sin casi obstáculos brechtianos, mucho más nítidos en la película.

No hay distanciamiento reflexivo excepto en la puntual y pasajera resistencia de Julia Bernat -espléndida actriz- a someterse al hado trágico de Grace, el ángel exterminador de Von Trier. Al resto de la excelente compañía, Jatahy lo deja confinado en sus roles. Extraña mimesis que la directora sólo rompe sustrayendo a la protagonista su venganza. Dogville queda abortada en el punto en que ya no sirve a los intereses de la directora y su denuncia. El final lo pone ella con un anexo personal. Bernat abandona el francés y recita en portugués una reflexión de la directora que sólo repite con otras palabras lo que ya ha visto y entendido el espectador durante la función. Un comentario, como el que deja una nota manuscrita en el margen de una página de un libro escrito por otro. Epílogo que parece querer compensar la incomparecencia dramatúrgica de la creadora en el entramado político-teatral de su adaptación.