Òh!pera és un projecte impulsat pel Gran Teatre del Liceu i el Disseny Hub Barcelona en què es dissenyen quatre òperes de petit format per ser presentades durant una mateixa vetllada. Equips creatius joves, seleccionats amb la complicitat de quatre escoles de disseny de Barcelona - ESDI, Escola Superior de Disseny; ESDAPC, Escola Superior de Disseny i d’Arts Plàstiques de Catalunya; LCI, Escola Superior de Disseny; IED Barcelona, Escola Superior de Disseny- hauran treballat durant més d’un any per dissenyar aquestes òperes de gran energia, d’uns 30 minuts de durada.
Una primera oportunitat al Liceu i un salt al buit per als creadors del futur.
El Liceu comença una col·laboració amb la Regidoria de Turisme i Indústries Creatives de l’Ajuntament de Barcelona, el Disseny Hub Barcelona i les escoles de disseny de la ciutat per fomentar l’aprenentatge a través de la pràctica. Àlex Ollé serà el mentor del projecte.
Lo primero que se debe destacar de este esfuerzo, es lo impresionante que es ver el interés despertado por este programa de ópera nueva. Las cuatro funciones anunciadas, incluso en horarios poco frecuentes para le público asiduo al Gran Teatro del Liceo, colgaron el cartel de localidades agotadas, dando con ello la razón a todos los que proclamamos la necesidad de renovar el repertorio y dejar entrar el aire fresco de la nueva composición.
La novedad, en esta ocasión, no solo se refería a las obras nuevas, sino también a cantantes y diseñadores jóvenes en despunte de carrera, además del uso de espacios no convencionales dentro del edificio del Gran Teatro del Liceo para la representación.
La primera ópera Nala de Andreu Gallén con libreto de Jordi Prat i Coll se presentó en el foyer del teatro, donde la intervención escenográfica de los alumnos de la Escuela Superior de Diseño y Artes plásticas de Cataluña, hizo un gran trabajo con la creación del espacio, convirtiendo el normalmente recinto para comer y beber, en un espacio representacional de un solo frente a manera de caja negra. La composición musical de Gallén, quizá está más cercana al musical norteamericano que a la ópera de nuestros días. El tenor Josep Rovira fue el más débil vocal y actoralmente, pero enfrentó un personaje especialmente complicado. Mientras que el barítono Cristòfol Romanguera tuvo una actuación muy interesante y propositiva. Tanto el final como los momentos más líricos del dúo de ambos personajes masculinos, pueden remarcarse como lo mejor logrado en relación a palabra, acción y música.
En cuanto a la segunda obra Hi ha monstres que viuen pero a la seva curiositat de Carlos de Castellarnau sobre un libreto de Cristina Cubells, quien también dirige la escena, no puede más que destacarse como la mejor pieza del evento. ¡Que refrescante oír y ver propuestas tan novedosas como ésta! Tanto en el ámbito de la composición musical como en el escénico, la interrelación de varias realidades simultáneas y niveles de compresión. Una interesante relación entre texto, música y acción, con sentido del humor y una estructura dramática contemporánea. Excelentes intérpretes todos los que intervinieron, haciendo un trabajo redondo y atractivo. La alternancia entre voz hablada y voz cantada para marcar la diferencia entre niveles de ficción diferentes fue uno de los mayores aciertos de esta obra.
La tercera ópera, Filles del món se realizaba en un espacio bastante sofocante, por lo que la incomodidad de la temperatura no dejaba disfrutar la representación.
Para la cuarta obra In the begining everething was white se seleccionó una sección del propio escenario del Liceo, donde se construyó un espacio con dos frentes. Fue la única no cantada en catalán sino en inglés, con pocas claves de compresión para el espectador y la más demandante para la intérprete, la soprano Adriana Aranda, que hizo un trabajo excelente vocal y actoralmente. Excesiva en cuanto a su volumen y el uso de técnicas extendidas de composición, llegó un momento que casi todos los espectadores nos tapábamos los oídos por el molesto nivel del sonido. Sin embargo, debe refrendarse la validez de su propuesta musical y escénica.
Un gran trabajo por parte del Liceo para ofrecer movilidad a todo el público en todos los espacios y una iniciativa que nos recuerda lo vital y joven que puede ser la ópera de nuestros días.