Händel va dominar l’escena operística de Londres durant 22 anys. El seu Radamisto de 1720 representava el primer gran èxit del Caro Sassone, i el Partenope de l’any 1730 era un dels títols del seu període daurat.
La història explica les vicissituds i els debats interns de la reina Partenope, fundadora de Nàpols, en l’aventura de triar marit d’entre tres pretendents rivals (Arsace, Amilio i Armindo). Intrigues, estratègia i identitats errònies revelen veritats profundes sobre l’amor i la guerra. Aquesta comèdia barroca de Händel (amb estructura d’opera seria) va ser estrenada al King’s Theatre amb un èxit notable.
És una obra escassament interpretada, però amb una música captivadora i un llibret encantador, un deliri de creativitat. William Christie serà l’encarregat de dirigir aquesta versió en concert amb un repartiment jove provinent del prestigiós Jardin du Voix. Christie, expert handelià, farà una construcció d’aquesta obra mestra captant les mirades i els somriures que hi ha ocults a la partitura i transformant les notes en substància dramàtica.
Siempre es una fiesta que haya funciones (incluso aunque sean en concierto o semi escenificación) de óperas desconocidas o fuera del repertorio habitual. El abrir los horizontes del espectador y del escucha es tremendamente enriquecedor. Sobre todo cuando se trata de partituras antiguas de grandes maestros, descubrir arias extraordinarias, pasajes entrañables e historias desconocidas, tiene un encanto especial que nos acerca siempre a una característica propia de la ópera: ella nunca deja de sorprendernos.
Esta experiencia raya el estado de gracia cuando la ejecución de dicho rescate está dirigido por alguien como William Christie y cuenta con una agrupación con una especialización tan larga en este repertorio como Les Arts Florissants. Fue muy impresionante como el director les daba espacio a los músicos y cantantes para interpretar solos, recordándonos que en este periodo la figura del director de orquesta no existía, pero también interviniendo sólo cuando era necesario y con una indicaciones más interpretativas que técnicas. Un director que es un miembro más del ensamble y que disfruta enormemente su trabajo, lo que hace que sea una delicia para el espectador.
Estamos ante un estreno en el Liceo, que se tardó 292 años en llegar, pero que nos muestra una obra llena de melodías extraordinarias, momentos de genuino interés dramático y un libreto con la estructura típica de la época, pero que no se termina de definir entre la ópera seria y la cómica. Por lo tanto en ala partitura de Parténope tenemos claramente todos los elementos de la ópera barroca desarrollados de una manera magistral, como era costumbre de Georg Friedrich Händel (1685-1759). Esta obra que fue estrenada en el King's Theatre de Londres en 1730, con libreto de Silvio Stampiglia cayó en el olvido como mucho de la obra de Händel, hasta que el siglo XX reinició su rescate.
Sorprende la belleza de su partitura pero también lo novedoso de su libreto lleno de amores, infidelidades y enredos de seres humanos de carne y hueso, muy lejos de la idea mitológica grecolatina, que era la base de las historias de la época.
Esta presentación además de la extraordinaria agrupación orquesta contó con un elenco homogéneo, del que se debe destacar la participación de los dos contratenores: Hugh Cutting y William Christie, cantantes que demostraron por igual un fraseo delicado, una cuidadosa pronunciación y una ejecución limpia. La protagonista tuvo en Ana Vieira Leita una intérprete eficiente y fiel al estilo barroco.
Pero fue el conjunto, lo que se llevó los grandes aplausos del público. La idea de ver un conjunto musico-escénico, lejos del reflejo de estrellas famosas, pero cerca, muy cerca, de la belleza de lo bien hecho.
Una tarde memorable