RECOMANACCIONS. cròniques ‘a la cuina’


03/12/2021

“Hacen falta más grupos y menos individualidades”

per Jordi Sora i Domenjó

La habitación 11 de Hotel Col·lectiu Escènic queda reservada a la vergüenza: “La Honte”. Se presenta en el Mercat de les Flors, en coproducción, del 9 al 12 de diciembre del 2021. Laia Duran, Rober Gómez, Anna Hierro, Èlia López y Lorena Nogal acogerán la maestría de la coreógrafa argentina Lisi Estaras. Hemos conversado con ellas sobre el sentido de la pieza; su proceso de creación; y esta singular experiencia de colaboración con una bailarina que ha trabajado en la Batsheva Dance Company; Les Ballets C de la B; ha creado con Sidi Larbi Cherkaoui; y ha formado parte de Peeping Tom, entre otros.


¿Cómo nació la idea de la vergüenza para esta obra?

Lisi Estaras: La temática vino de casualidad, desde el colectivo. En mi obra, en general, no busco un mensaje específico para empezar las creaciones, pero me pareció que era una cuestión interesante a abordar: me interpelaba, como suele pasar con los grandes temas de la humanidad. Sin embargo, no hemos buscado “representar” la vergüenza; más bien buscamos que el espectador “sienta” ese sentimiento.

Rober Gómez: También con respecto a la producción quisimos preparar una pieza que pudiera tener más salida, porque hay próximamente un festival en Israel que se centra en esta cuestión.

Lorena Nogal: Aunque es más un agujero por el que meternos, porque solemos dar carta blanca al creador. Creemos que es un tema con diversas capas para trabajar físicamente. 


¿Eso incluye la vergüenza que podría sufrir el intérprete?

Lorena Nogal: Sí, podría ser justo aquello que no eres capaz de asumir en escena. O las situaciones de incomodidad a las que nos enfrentamos a veces. Siempre muy sutil.

Rober Gómez: En qué situaciones sentimos vergüenza es un tema que ha surgido recurrentemente en la creación, aunque te escondas en el movimiento o en el grupo.

Lisi Estaras: Pedir a un bailarín que la ejecute es casi un imposible porque cuando sale a escena lleva puesto un montón de capas bajo las que se esconde. Lo que más me sorprendió es que muchas de esas experiencias tuvieran relación con situaciones humillantes dentro de la profesión. La mirada del otro es un factor relevante: es lo que hace que sintamos vergüenza en un momento determinado. 


En la construcción de la pieza, ¿cómo se ha desarrollado la investigación?

Lisi Estaras: El primer periodo fue básicamente de improvisación, porque creo mucho en el “instinto del performer”. Y luego vino la construcción de la obra: consignas, conversaciones, se unía la música seleccionada, las imágenes que nos sugería el proceso... Se trata de una ida y vuelta desde el presente, de quién son ellos en la actualidad; con cosas más abstractas: de un mundo imaginario y también el pasado. Sin solución de continuidad. 

Lorena Nogal: Una de las cosas más interesantes de Lisi a la hora de componer es llegar a un ámbito muy emocional para que salga la fisicalidad. Se genera desde ese punto personal.

Rober Gómez: Luego de las primeras semanas, se fue fijando en cosas muy concretas que nos proponía ir estirando; para finalmente montar el conjunto de la pieza.


¿Se trata de un espectáculo con un hilo dramatúrgico o más bien de escenas que responden a aquella idea original?

Lisi Estaras: Me interesa mucho la construcción en collage porque siento que en la vida no hay transiciones, vamos de una a cosa a la otra. Por otro lado, también me gusta que se vea como una obra improvisada, aunque no sea así: está fijada. Hay un hilo porque las escenas se van reflejando. Y en la acumulación, en la totalidad, se llega hasta un estado emocional determinado. 


¿Cómo se fue incorporando, en el colectivo, la fisicalidad tan característica del trabajo de Lisi?

Rober Gómez: Ha sido muy curioso porque hemos partido de un abanico de posibilidades; para pasar a entender su voz; e incorporarlo. Un trabajo circular: desde nuestra posición.

Lorena Nogal: Buscaba mucho en nosotros, hasta dónde éramos capaces de llegar. Como intérprete, en ese punto, te desprendes de patrones súper reconocibles y adoptas otra voz.


Este es el espíritu del proyecto Hotel Col·lectiu Escènic: contactar con destacables coreógrafos para impregnar, comunicar y aprender cosas nuevas.

Lorena Nogal: Gracias a las condiciones de coproducción del Mercat, en esta pieza hemos podido ahondar mucho en el lenguaje que nos proponía Lisi. Es una suma; coger más gama de color. Y para eso se necesita un tiempo.

Rober Gómez: Hemos ido creciendo en las diversas “habitaciones” que hemos visitado. Debemos seguir profundizando en la propuesta: desde creadores, a priori, alejados de nosotros; hasta otros más fáciles de asumir.


¿Te parece inteligente, Lisi, esta opción de Hotel Col·lectiu Escènic?

¡Admirable! En el mundo que vivimos creo que hacen falta más grupos y menos individualidades. Además, que son unos valientes: bailan y producen su propia obra. Merecen toda la atención.


Después de la première de “La Honte” en Temporada Alta, llega al Mercat de les Flors. Que después no digáis que no se os avisó desde Recomana.cat y “paséis vergüenza” por perdéroslo.

JORDI SORA i DOMENJÓ