Sara Cano, acompanyada del cantautor Alberto Funes, ens ensenya el seu procés de recerca d´un llenguatge propi, concebut entre allò visceral del ball espanyol i allò conceptual de la dansa contemporània.
És el començament d´un viatge cap a l´evolució pròpia, mirant cap al futur sense perdre la força de la tradició.
L´origen d´aquest espectacle és A Palo Seco (Redux), un solo creat i interpretat per Sara Cano, que ha estat guardonat en el XXIII Certamen de Danza Española y Flamenco amb el Primer Premi a la Coreografia de SoloPremio Suma Flamenca 2015.
La primera composición de Sara Cano, presentada estos días en el SAT Teatre, tiene el aroma de primera colonia. Esa fragancia singular que se escoge, con la que acompañar un cuerpo, y que tiene por objetivo crear diferencia con los demás, más que señalar los matices personales con los cuales impregnarás futuro. Pese a que, paradójicamente, no sean los tonos frescos y primaverales los que definan A palo seco, sino una severidad flamenca, desplegada en contemporaneidad.
Sobre una pieza de pequeño formato anterior, premiada en diversos certámenes, explora el proceso de búsqueda de un lenguaje propio. Que la artista define como danza contemporánea de raíz flamenca. En ese instante se localiza el primer olor perceptible: acentos diferentes de baile, con influencias de diversa procedencia. Destacando el arranque japonés, que va transitando con el vestido de cola hacia las contorsiones. Señalaba un espectador en el debate posterior con la bailaora que veía un paralelismo inverso entre ese inicio y el final de la obra, enfundada en unas deportivas y con un gesto radicalmente contemporáneo.
Lo cierto es que se notan fácilmente todas esas fragancias, aunque es posible que nunca lleguen a emulsionar completamente. La selección floral es de envergadura, pero habremos de ver más adelante hasta que punto logran unirse para construir un aroma nuevo. En general, el impacto de cada escena, capitaneada por un estilo, es superior a la mezcla entre ellos. No queda persistencia en la memoria, algo que sin duda tiene tiempo de ir perfeccionando.
Porque en todo lo demás, esta primera pieza es destacable en actitud, clima y sustancia. Honestidad: así es como también otra espectadora la definió en la charla #TravessiaRecomana. Absolutamente de acuerdo. Profundidad: una severa mirada sobre el acontecer dancístico y que Sara Cano despliega y que es su compromiso vital para con el flamenco y la danza contemporánea. Y finalmente, determinación: su posicionamiento en ese firmamento, acompañada de la evocadora voz de Alberto Funes, y que se fija en nuevas esencias con las que engrandecer aún más la tradición.