El disparador

informació obra



Autoria:
Ernesto Collado
Companyia:
Fundación Collado Van Hoestenberghe, Teatro Plus, La coja danza
Sinopsi:

Un home de vestit elegant, et guia a través de carrers coneguts de la teva ciutat provocant inesperades associacions mentals. Sense dir ni una paraula, dispara a discreció els seus pressentiments (entre la idea i l'emoció) escrits amb bona lletra en uns cartells de cartró. 

El seu silenci interroga de manera escandalosa i la senzillesa de la seva proposta genera un espai en el qual repensar i repensar-ho tot. Una acció-recorregut per caminar idees i pensar a través dels cossos. Un passeig delirant i insospitat per llocs que pensaves conèixer, que trenca prejudicis i idees preconcebudes mitjançant l'humor i la poesia quotidiana. Una bona dosi de realisticisme (la mística del dia a dia)

Crítica: El disparador

02/10/2017

Humor gráfico en carne y huesos

per Alba Cuenca Sánchez

¿Sabéis todas esas viñetas con mensajes que hoy en día circulan constantemente por las redes? Juegos con el lenguaje, frases célebres, deconstrucciones de palabras… Ernesto Collado hace una selección de esas piezas, las escribe en cartones y las pasea entre las calles y sus gentes. En ellas, temas interesantes como la velocidad de nuestra era y la falta de comunicación.

En el camino, los curiosos se acercan, se extrañan, se preguntan qué es lo que está pasando e incluso se unen al público itinerante, pese a no haber pagado entrada. Sin demasiada interpretación, Collado interactúa con lo que ocurre a su alrededor ante caras y comentarios de asombro e incógnita. Y no solo con los espectadores espontáneos, pues el público no sabe hacia dónde va ni que va a ser lo próximo. Sin una historia concreta ni más acción por parte del actor, deambular en grupo por las calles esperando novedades se convierte en la única opción, cosa que ralentiza y crea un problema de ritmo.

El otro inconveniente de la pieza es la planificación de los espacios por los que circula, pues dependiendo de la luz, la velocidad de avance y la cantidad de gente que haya en la calle es fácil que se pierdan de vista algunos de los carteles. Todo ello hace que el resultado sea simple y de poca consistencia, una anécdota con intenciones de ser poética que no consigue conmover.

Trivial