Fuga de conills

informació obra



Intèrprets:
Maria Cirici, Artur Rodríguez
Escenografia:
Josep Sarsanedas
Il·luminació:
Bernat Jansà
So:
Guillermo Mugular
Vestuari:
Berta Cabanas
Direcció:
Martina Cabanas Collell, Artur Trias
Companyia:
Zero10 Teatre
Autoria:
James Joyce
Sinopsi:

Un DJ que punxa Bach a les 4 de la matinada.
Un conill amb fòbia a Spiderman.
Unes ratlles de coca.
Un gran slalom a ritme del David Bowie.
Segueixo somniant amb una baixada infinita, el vent a la cara, la velocitat, el silenci, la neu neta, brillant, el sol…
És com si m’estigués esborrant.
Crònica d’una frustració.

Malgrat que els protagonistes es dediquen a una professió considerada artística, la temàtica de l’espectacle no queda inscrita en aquest àmbit sinó que es fa extensible a una bona part de la generació que s’entesta a no envellir i a qui l’aterren les responsabilitats. Una generació marcada pel concepte d’èxit i fracàs. Davant de la solitud i la incomunicació a la qual cada dia els empeny l’engranatge social establert, els tres protagonistes proven de comprendre la complexitat de les relacions i defensen les seves amistats imperfectes. Els veiem evadir-se de la realitat a través de drogues excitants i també psicotròpiques, perseguir la felicitat gairebé com adictes, no volen que la nit, la joventut, s’acabin.

Crítica: Fuga de conills

04/03/2018

Notable radiografía de una generación llena de peterpans

per Elisa Díez

(...)

Hasta esta semana desconocía a Martina Cabanas, a pesar de su granado currículum a sus espaldas en compañías como Els Joglars y con directores como Javier Daulte o Marina Bollaín. Fuga de conills es el primer espectáculo de esta compañía que busca un teatro de cercanía con elementos que vayan más allá del simple teatro de texto.

el resultado es una fiesta. Más allá de la que se vive en el escenario, el espectador disfruta viendo y haciendo suyas las frustraciones de estos tres peterpans a los que les prometieron un mundo que no existía. Pero como la resignación no está hecha para el ser humano, ellos siguen buscando su sitio aunque sea en una discoteca a las 4 de la madrugada.

La puesta en escena de Fuga de conills convierte a la pequeña sala del Eixample en una discoteca con DJ incluido. El medley de la noche triunfa por su extravagancia, desde Manolo Escobar pasando por Whitney Houston y acabando en Bowie.

La historia deja retratada a una parte de la generación que se encuentra ahora entre los 30 y los 40, muñecos rotos que una sociedad no ha sido incapaz de salvar. Quizás porque al fin y al cabo todos llevamos uno dentro, las interpretaciones son totalmente naturalistas, dentro del toque surrealista de la historia.

Combinación notable el texto, el gesto y el movimiento en un montaje que destila frescura y que está de plena actualidad. La escena final, que no explicaré, es una auténtica delicia. Esperemos que la compañía Zero10 Teatre siga evolucionando en sus propuesta y no sea flor de un día. De momento, estos conills ya nos han dejado huella.