Holocaust. Queralt Riera

informació obra



Autoria:
Queralt Riera
Direcció:
Àlex Mañas
Sinopsi:

Dos joves es coneixen en una aplicació de cites i tenen una primera trobada. S'agraden, passegen i, en un portal, comencen a amanyagar-se i a besar-se... fins que una pila de trets, explosions i corredisses els obliguen a entrar a l'edifici i refugiar-se en un pis que no és casa seva. Ja fa tres dies que hi són i a fora tot sembla ben bé un holocaust. ¿És la fi de la nostra civilització, una guerra, una catàstrofe? Sigui com sigui, no podran deixar el seu refugi a risc de ser assassinats i, mentre estan tancats en aquest pis, conviuran i aniran creant un lligam cada cop més intens. Són dos personatges atrapats per un sistema en declivi que voldrien fugir, però no tenen on anar. 

El text és una creació de la dramaturga Queralt Riera, una graduada en Direcció escènica i dramatúrgia per l'Escola Superior d'Art Dramàtic - Eòlia. És una autora, directora d'escena, mestra d'actors i productora que va guanyar el Premi Adrià Gual 2019 i la Beca Carme Montoriol 2021. Al Grec 2020, va estrenar Pruna, al Grec 2021 vam poder veure la seva obra Misèria i, en l'edició de l'any passat, va escriure una de les obres seleccionades per ser ofertes en forma de lectura dramatitzada com a part del projecte conjunt del Grec Festival de Barcelona i els Teatres de proximitat On el teatre batega. Enguany, el text arriba a escena dirigit per Àlex Mañas, dramaturg, guionista i director de teatre i cinema, que combina la seva feina amb la docència i que ha dirigit tant textos propis com aliens. Al Grec 2007 el vam veure dirigint En cualquier otra parte i, al Grec 2013, Béla Bartók: exili a Nova York, dues obres d'autoria pròpia.

Una coproducció del Grec 2023 Festival de Barcelona i La Badabadoc.

Crítica: Holocaust. Queralt Riera

07/07/2023

¿Abrazar el caos o seguir viviendo en una burbuja?

per Elisa Díez

La pandemia sigue dejando sus frutos en la dramaturgia catalana. Holocaust de Queralt Riera destila pandemia, guerra, estado de excepción y desde el primer minuto nos recuerda que vemos demasiadas series y que tendemos a repensar una y otra vez el caos y el fin del mundo.


Partimos de la premisa de una cita entre dos jóvenes a través de una aplicación que se alarga más de lo esperado porque en la ciudad o en su barrio, no se sabe, se desata un estado de terror. Nos transladamos a 2025, año en que se aprueba una ley mundial, la primera, que permite que todo aquel que lo desee pueda llevar armas, evidentemente cargadas. Queda prohibido salir a la calle, quién lo hace tiene todas las papeletas de ser tiroteado. En el salón del piso de él todo es posible e imaginable.


La dramaturgia de Queralt Riera tira de lugares comunes, de imaginación, a veces rayando lo naïf, y en algún momento hasta desprende cierto halo de panfleto. Demasiadas consignas en la diana, feminismo, apocalipsis zombie, el amor nos salvará, pesimismo generalizado. Ya lo tienen las temáticas tan extremas que o afinas el tiro o te puede quedar diluido.


Sí, que me hubiera gustado desarrollar más el mundo apocalíptico en vez que girará hacia el teatro del absurdo con ciertos toques de esperpento. Creo que el inicio y ciertas partes intermedias debería llevarnos a ese mundo que la serie Utopia o incluso algunos capítulos de la famosísima Black Mirror nos muestran. Definitivamente creo que hubiera tenido más sentido, y nos hubiera sumido más en la angustia que el acercamiento hacia Polònia.


Unos jovencísimos actores Júlia Ferré y Enric Pera son el complemento perfecto para un montaje así. más aún cuando el rodaje de las funciones vaya poniendo el ritmo en su sitio, pero las ganas de comerse el mundo y el entusiasmo traspasan más allá de los personajes. 


La dirección de Alex Mañas acelera los momentos cómicos y muestra la intimidad cuando el texto requiere una pausa. El diseño escenográfico del mismo Mañas empequeñece aún más el escenario de La Badabadoc y lo convierte en una pequeña burbuja del mundo exterior. Los espectadores silentes estamos a medio camino entre dejarnos sumergir en el caos o entrar en la intimidad de su burbuja.


A la salida de la sala el cielo amenaza tormenta por si la que acabamos de vivir nos ha sabido a poco. Holocaust te deja con la sensación de que todo lo que estamos viviendo sólo es el comienzo de algo terriblemente peor y lo malo es que esta vez no se quedará sólo reservado a la ficción.