Noves espiritualitats per a persones atees

informació obra



Sinopsi:

Un espectacle que reflexiona sobre l’evolució de l’espiritualitat i els rituals en el marc de les societats occidentals neoliberals.

Noves espiritualitats per a persones atees és un projecte escènic que neix de la voluntat d’indagar l’espiritualitat des d’una perspectiva atea o agnòstica. Qüestiona com algunes persones, encara que no s’identifiquin amb cap religió o creença metafísica, projecten fe en el destí, veneren personatges o no passen per sota d’escales obertes. Cia. Atzucac té l’objectiu d’abordar el tema des d’un punt de vista crític i irònic. Fan investigació amb un llenguatge híbrid i transdisciplinari que aconsegueix que el públic sigui un aliat i l’escenari un espai de joc.

Crítica: Noves espiritualitats per a persones atees

08/09/2023

Le falta calle

per Elisa Díez

Creer o no creer, o más bien ¿en qué creer? La cia. Atzucac nos hacen reflexionar entre nuestras creencias, si son o no verdaderas e incluso se llega al planteamiento de si se puede vivir sin creer en nada.


El montaje destila frikismo a raudales, es muy gamberro y entra muy bien a primera hora de la mañana en Tàrrega. Si bien es cierto que te diviertes, hay algunas partes que abusan de las repeticiones, y en vez de los 90 minutos, se podría dejar perfectamente en 60 y fluiría mejor.


Tampoco ayudó el sol que tras una hora y media hubieras creído en cualquier cosa que te permitiera salir de la zona de castigo y volver a la sombra. Creo menos en el poder del círculo y más en hacer que los espectadores estén a gusto porque si no el disfrute pasa más en que el tiempo corra que en mostrar atención a lo que te están intentando contar.


Fira Tàrrega es el lugar idóneo para plantear un proyecto de este tipo, donde hay una clara búsqueda de la complicidad y la comunión entre el público y donde se busca un espectador más activo. 


A nivel dramatúrgico parte de una buena idea, hablar de creencias siempre da mucho juego aunque considero que el desarrollo no ha sido el más adecuado. Y aunque tengas la diversión garantizada y en ciertos momentos parezca que el espectáculo despegue hacia la dirección adecuada, en la última media hora cae en la más absoluta indiferencia.


Puede ser un buen comienzo de un espectáculo al que le falta calle, afinar más las ideas y conseguir espectadores cómplices que quieran pasar una buen rato cuestionando o no, aquello que les ha hecho ser quienes son.