Ofici de tenebres

informació obra



Intèrprets:
Pep Ferrer, Albert Prat, Fina Rius
Escenografia:
Sebastià Brosa
So:
Bárbara Granados, Tomi Pérez
Il·luminació:
Pep Barcons
Vestuari:
Míriam Compte
Caracterització:
Núria Llunell
Vídeo:
Jordi Crusats
Direcció:
Joan Anguera, Ignasi Vidal
Ajudantia de direcció:
Iban Beltran
Autoria:
Ignasi Vidal
Sinopsi:

Ofici de tenebres és un thriller moral que comença amb la sortida de presó d’un home, després de complir anys de condemna per terrorisme, i el retrobament d’ell amb la seva família a una ciutat europea. Una trama detectivesca i religiosa en què la consciència del bé i del mal tortura els protagonistes. Res és el que sembla. Desig, memòria, fe, compromís, lluita quotidiana, amor, ideals, revolució… formen un mosaic de temes i conceptes als quals cal confrontar-se de nou en la nova situació.

Crítica: Ofici de tenebres

21/10/2018

Cuando todo está en su sitio

per Elisa Díez

Un terrorista sale de la prisión después de cumplir su condena y quiere recuperar el tiempo perdido y "recuperar" la relación rota con su familia. Pero las cosas no son como se las contaron, la realidad siempre es bien diferente.

(...)

Con una dramaturgia perfecta, que sigue fil per randa la estructura de cualquier manual de dramaturgia, Joan Rusiñol teje las diferentes telarañas de relaciones personales del montaje. Una madre, Fina Rius, extremadamente protectora con su hijo, Albert Prat, mientras que éste busca venganza. La pareja del hijo, Paula Blanco, busca un titular que salve su trabajo en el reciente terrorista liberado, Pep Ferrer. Todos conjugan a la perfección con lo que sus personajes piden.

La pulcritud dramatúrgica conjuga perfectamente con la cuidada y milimétrica dirección de Joan AngueraOfici de Tenebres es un montaje de corte clásico donde todos los elementos ocupan su lugar preciso. Pese a ello se echa de menos un toque rompedor en el espacio sonoro. Barbara Granados ha decidido dejar todo el protagonismo a la palabra y al silencio y hubiera encajado más un sonido más cinematográfico, aquel que deja el corazón en un puño tras la sentencia de algunas réplicas. 

Sin duda, la mejor manera de sumergirse en esta maraña de tinieblas es acudir a ver la obra sin saber nada más que aquello que se especifica en el programa de mano y dejar que en el transcurso del mismo la dramaturgia sea quien te abra los ojos. ¡Feliz despertar!