Pornografia

informació obra



Direcció:
Iban Beltran, Javi Bañasco
Ajudantia de direcció:
Ana Pérez
Intèrprets:
Mireia Cirera, Ester Cort , Adrià Díaz, José Pedro Garcia Balada , Pep Garcia-Pascual , Carles Gilabert, Àngela Jové, Ricard Sadurní, Gerard Flores
Escenografia:
Sebastià Brosa
Vídeo:
Carles Tamayo
Sinopsi:

Parking Shakespeare sempre brinda oportunitats. Per la manera que tenen de treballar, de proposar, i pel compromís amb què afronten cada projecte. No els fa por llençar-se al buit durant el procés d’assajos ni partir del paper en blanc. No els condiciona ni la por ni la necessitat de quedar bé. I per això calia trobar un text adequat a aquest compromís.

Hem fet cap a Pornografia, de Simon Stephens. Un text que parteix dels atemptats al metro -i a un bus- de Londres el dijous set de juliol de 2005. Aquell començament d’estiu també passaven altres coses com la designació de Londres com a seu olímpica o el macroconcert Live 8 de Hyde Park per combatre la pobresa mundial. I aquestes eren les coses realment importants.

En contrast a aquests esdeveniments perfectament documentats, multitudinaris, de ressò internacional, emergeixen vides petites i anònimes, aparentment integrades dins la quotidianitat d’aquells dies marcats a sang per la història.

Només quan prestem una atenció singularitzada, quan cada veu pot explicar individualment el seu dia a dia, ens adonem que aquest món que preteníem just, solidari i compromès és pur fingiment. Enmig de la multitud ens sentim protegits, però la ciutat també pot ser cruel i violenta, i fer-nos sentir molt desemparats. Per això aquests relats són obscens: estaríem més còmodes mirant cap a un altre costat.

I no és perquè Pornografia parli dels atemptats, sinó perquè el dolor, la culpa, la solitud, l’odi o la tristesa que hi ha rere cada persona, ultrapassa els límits de les convencions morals.

ENTRADA GRATUÏTA - Reserves a reserves.parkingdhivern@gmail.com

Crítica: Pornografia

07/02/2018

Parking Shakespeare lo vuelve a conseguir

per Alba Cuenca Sánchez

Los Parking Shakespeare vuelven a hacerlo. Un invierno más, y ya van ocho, nos demuestran su versatilidad sin perder su esencia: Teatro a taquilla inversa apto para todos los bolsillos. Con la norma de no hacer grandes inversiones en escenografía, vestuario o iluminación, concentran la mirada en los elementos fundamentales de toda pieza escénica: El texto y las interpretaciones. A partir de estas premisas, tanto les da hacer en verano una refrescante y ligera comedia shakesperiana como sumergirse en la dureza de los textos más dramáticos. Pueden con todo y siempre con la misma ilusión y calidad.

Después del experimento formal dirigido por Alicia Gorina del invierno pasado, la compañía vuelve al tono oscuro de Les males persones y sobretodo Woyzeck a la vez que opta por la historia más contemporánea hasta la fecha. Pornografia, de Simon Stephens, es un complejo texto formado por cuatro monólogos y dos escenas en pareja que ocurren en un lugar y un momento muy concreto: Londres, julio de 2005. La alegría por el multitudinario concierto Live 8 de Hyde Park y por la proclamación de la ciudad como sede de los juegos olímpicos de 2012 parece que lo cubre todo. ¿Pero qué ocurre debajo de este papel de regalo brillante? La ciudad es mucho más que glamour y mensajes bonitos de paz. Las pequeñas (y grandes) miserias diarias siguen igual de latentes. Stephens pone voz en esta pieza a todos aquellos que viven y explotan (metafórica y literalmente) en medio del jolgorio.

En el texto original no hay acotaciones ni definiciones de personajes, así que es el director Iban Beltran quien escoge edades y géneros a partir del reparto, creando un acertado mosaico. Al final, cuesta decantarse por una de las historias. Y es que sin hacer nada más y nada menos que hablar y sentir, todos los personajes dejan marca. Desde la infravalorada mujer –Mireia Cirera- que nos relata su autómata vida hasta el monólogo final en el que Àngela Jové hace una extraña demanda en una casa desconocida. Desde el joven abusón que encarna Adrià Díaz hasta el terrorista que narra sus últimas horas (Ricard Sadurní). Desde la prohibida historia de amor en la piel de Ester Cort y Carles Gilabert, hasta la trágica relación entre Pep Garcia-Pacual y Jose Pedro García Balada.

La dureza de todos los casos viene explicada desde una insinuación escénica en la que nada se muestra pero todo se sobreentiende, con movimientos cuidados y en algunos puntos casi coreográficos. También observamos un uso de recursos audiovisuales -mayor al habitual- que recuerda constantemente la atmosfera de fiesta y ruido que lo enmascara todo. El juego de luces y sonido podría ser mayor, pero eso iría en contra de la filosofía parkshakesperiana. Lo mismo ocurre con los problemas de audio, indeseados pero muchas veces inevitables invitados en sus montajes. Pequeños detalles que no impiden que la emoción llegue al público y que el aforo se llene rápidamente, estación tras estación y género tras género.