Quixot

informació obra



Direcció:
Carles Alfaro
Intèrprets:
Pau Gregori, Jorge Valle
Adaptació:
Jaume Policarpo
Sinopsi:

"Quixot" és una proposta íntima i essencial que recrea l’esperit de la immortal obra de Cervantes. Dos oficiants vestits de negre, una taula, llums i ombres, una gestualitat precisa i una música matisada... elements necessaris per a recrear el gran cabal d’humanisme que desprenen el dos protagonistes: Quijote i Sancho. Els dos actors-manipuladors proposen un joc de perspectives que du fins al límit les possibilitats expressives i narratives de l’espectacle.

La proposta de Bambalina

Al principi només volíem donar a Quijote l’oportunitat d’eixir, d’oferir-li un espai distint, un temps nostre. Però en estendre la mà perquè pujara a l’escenari, va estirar fort, ens introduí dins del llibre i va tancar la tapa.

Veient-lo viu damunt la taula, la força venia del seu interior, del seu pensament íntim, la mirada visionària, les palpitacions, la respiració… I va anar directe al cor, acariciant els sentits, despertant totes les emocions, furgant les nostres entranyes.

Després, en donar-li la teua veu, el teu gest, la teua pròpia ànima, sents que no dones res, que s’apropia de tu i et transforma en Cavaller, t’arrossega contra els gegants -O són molins, o són les meues mans?- T’enamora de Sancho, de Dulcinea, dels seus llibres. I sorgeix un joc quasi pervers, multiplicat en l’espill del teatre fins a perdre’s en l’infinit. I quan mires, la sensació de vertígen és inevitable.

La bogeria de Quijote, del teatre, de la vida… Bogeria creativa al capdavall, que desperta pura passió per aquest Quijote-titella tan nostre i tan universal.


Crítica: Quixot

27/12/2021

Emociones de trapo

per Imma Fernández

Tiene mucho mérito que unos muñecos de trapo y madera nos lleven a la emoción tanto, o incluso más, que los intérpretes de carne y hueso. Sucede con el ‘Quixot’ de la compañía valenciana Bambalina Teatre Practicable, que hace ya más de 30 años que cabalga por los escenarios de medio mundo, gracias al apoyo del instituto Cervantes. Un premiado espectáculo de marionetas que respira humanidad y nos transmite una poética tristeza. La estética expresionista apuntala la desesperación, angustia y fragilidad de ese “Caballero de la Triste Figura”, que decía su escudero Sancho Panza, también presente en la función.

Dirigida por Carles Alfaro, con guion y creación de Jaume Policarpo, la considerada obra maestra de Bambalina recrea episodios del clásico con unos pocos y sencillos objetos, mucha imaginación y el excelente trabajo de los actores y manipuladores David Duran y Àngel Figols, que, vestidos de negro, se fusionan y dan vida a los dos títeres y a algún otro personaje. Un gran hallazgo es la original relación de amor-odio que mantienen los dos artistas con sus muñecos.

En el escenario, la luz tenue de 18 velas distribuidas en dos soportes a ambos lados de una mesa, donde se apilan montones de libros antiguos. Entre juegos de luces y sombras, asoma Alonso Quijano –con unos pelos a lo Einstein que dan mucho juego- y empieza a devorar libros de caballería mientras murmura palabras ininteligibles. Escuchamos también su respiración y la inquietante música de Joan Cerveró que acompaña sus desventuras. Con la muy precisa y sensible gestualidad que logran los titiriteros, asistimos a la magia escénica de su transformación en el enloquecido Don Quijote, le vemos armarse caballero y cabalgar en compañía de Sancho hacia sus delirios.

Estupendas son las escenas de su lucha contra los molinos de viento –un paraguas-, del manteo a Sancho o del metateatro de títeres en el episodio del retablo del Maese Pedro, con Don Quijote destrozando el teatrillo de marionetas creyendo que lo que sucede es real. Ficción y realidad se van mezclando y se suceden otros momentos hipnóticos y fascinantes, como el de las pesadillas del hidalgo. Al final, se nos encoge el corazón cuando lo vemos yacer moribundo en su cama vencido por sus propios demonios. Cautivador.