l director, videoartista i compositor sud-coreà Jaha Koo presenta The Hamartia Trilogy en el context de Katharsis 2022. En grec, hamartia significa error tràgic o mancança, un concepte que Koo elabora en formes totalment diferents en les tres propostes: Lolling & Rolling, Cuckoo i The History of Korean Western Theatre.
La trilogia tracta àmpliament de l’imperialisme que afecta al passat i al present, l’impacte personal del qual és sovint inesperat. Tres intel·ligents i inquietants peces de teatre document, en què l’artista enllaça històries personals amb fets històrics, polítics i sociològics. Sovint els temes impliquen un xoc de la cultura oriental i l’occidental: des de la cirurgia lingual a la feixuga càrrega personal de la interferència occidental en l’àmbit macroeconòmic.
Antes de que ‘El juego del calamar’ ‘colonizara’ las pantallas de Netflix, la lejana y desconocida realidad de Corea del Sur nos llegaba con la mirada de cineastas como Kim Ki-duk (fallecido en 2020 por coronavirus), un maestro en conciliar la belleza y poesía más abrumadoras con la violencia más cruda y traumatizante, salpicadas de algún toque de humor, como sucedía en la maravillosa ‘Primavera, verano, otoño, invierno… primavera’. Ahora, dentro del ciclo Katharsis, que en esta edición se ha centrado en la identidad, el Lliure nos ha traído la brillante ‘The Hamartia trilogy’, en un gran fin de semana completado con el estupendo maratón de ‘Together’.
El polifacético creador surcoreano Jaha Koo, residente en Amsterdam, retrata en tres piezas, independientes pero complementarias, la colonización sufrida por su país, con todas sus nefastas consecuencias. Aborda, respectivamente, los efectos en la educación, la economía y las artes escénicas, intercalando muy hábilmente historia colectiva y vivencias personales. La empatía que despierta en el público es total, con unos relatos en los que se filtra el dolor, el del artista y el de su país, para acercarnos con sencillez y humildad, sin pretensiones, la compleja realidad sociopolítica de Corea del Sur y el trágico impacto de su pasado. Un cautivador teatro documental.
Solo en el escenario, con una gran pantalla en la que proyecta las imágenes, Koo explica de forma muy amena y pausada en ‘Lolling & Rolling’ la pérdida de identidad que supone silenciar el idioma propio y las barbaridades cometidas a cuenta del imperialismo lingüístico. Primero fue con el japonés y después con el inglés, que les trajo las dificultades de pronunciar correctamente la r. Ya sabíamos que, en su abducción occidental, muchos asiáticos echan mano del bisturí para redondear sus ojos, afilar narices o incluso alargar piernas, pero la desconocida operación revelada por Koo dejó mudos a los espectadores. Habló y mostró impactantes imágenes de la llamada frenectomía lingual: se opera a los niños para que tengan más buena pronunciación en inglés. Para decir ‘rolling’ en lugar de ‘lolling’. Brutal. Paralelamente, el artista nos habla de los consejos que le daba su profesor de inglés, ya fallecido. El final, recitando un poema en coreano –previamente traducido al inglés- resulta conmovedor.
En ‘Cuckoo’, la segunda pieza, tres invitadas le roban el protagonismo a Koo y el humor se dispara. Son tres máquinas para cocinar arroz, de la marca Cuckoo, presentes en todas las casas coreanas. Dos de ellas, parlantes, se enzarzan en una divertida competición capitalista. ¿Quién es mejor? Las arroceras eléctricas le sirven también al creador como perfecta metáfora de las presiones que sufre la sociedad coreana; los granos de arroz –los individuos- desaparecen y se forma una masa compacta, uniforme. Nos habla de cómo en una sociedad tan tecnológica se ha disparado la soledad, el desempleo y los suicidios entre jóvenes. El relato colectivo recuerda la humillación del histórico rescate financiero de 1997 por el FMI, y en la esfera personal, el artista expone sus consecuencias: el suicidio de un amigo. Las sonrisas se hielan cuando con gran naturalidad Koo pasa del divertimento con las Cuckoo a las heridas más profundas del ser humano. l
Creador de los textos, la música y los vídeos de sus obras, engarza de forma magnífica pedazos de realidad -hechos históricos, políticos y sociales- relacionándolos con su biografía, con vivencias simpáticas o trágicas. En la tercera pieza, The History of Korean Western Theatre, explora el colonialismo escénico. Cómo la invasión del canon occidental –Shakespeare y compañía- barrió las tradiciones. Rescata a su abuela para hablarnos de las relaciones y herencia generacional, Confucio, la autocensura, la autenticidad, las apariencias… De la identidad y del impacto del maldito colonialismo en la sociedad de hoy. Espléndida trilogía con la que Koo nos ha robado el corazón.