Unheimlich vol ser una revisió del nostre comportament com a espectadors davant els cossos exhibits en els museus d’art. A partir de quatre intèrprets amb quatre corporalitats distants del cànon femení que ha governat cada una de les èpoques artístiques passades i fins avui en dia, s’activa una revisió d’aquestes corporalitats governants. Una mirada endins i darrere d’aquests exemples canònics. Quantes hores s’ha estat immòbil la model per què el pintor aconsegueixi el resultat final? Com el nu es converteix en un objecte per ser consumit a gust de qui l’observa? Com nosaltres, espectadors, activem uns discursos o altres al voltant d’aquestes representacions?
La Cia. Pelipolaca es qüestiona on queda l’ètica i la intimitat en aquestes representacions i què fa que l’art es sublimi i transcendeixi en aquells elements que no són permesos ni acceptats en la nostra quotidianitat.
¿Cuántas veces te miras al espejo antes de salir de casa? Unheimlich es una especie de espejo emocional, una experiencia que somete al espectador y le obliga a mirar, a cuestionarse todo aquello que sus ojos están viendo. Incluso desde antes de entrar en la sala, casi vacía, la sorpresa inicial ya te predispone a que tu cuerpo y mente no se sienta como un simple espectador pasivo. Una vez traspasado el lindar de la puerta, el silencio es casi absoluto, algo que caracteriza casi toda la pieza. Eso sí debería ser requisito imprescindible hacerlo con la mirada curiosa de aquella persona que no sabe más allá de lo que ha leído en cuatro líneas de sinopsis.
Es importante ir a ciegas a este montaje con la mente dispuesta a dejarte llevar. En una época donde mirar y ser mirado es uno de los pasatiempos con más seguidores, la compañía Pelipolaca + Les Desvestides nos provoca una mirada crítica, un continuo cuestionamiento de si aquellas imágenes que estamos viendo, en estricto silencio, no sea más que un seguido de acciones que repetimos sin cesar en nuestro día a día. Porque sí, aunque no nos demos cuenta, vivimos en un mundo donde la imagen lo atrapa todo, lo engulle todo y es un gran monstruo que nos engulle sin que le pongamos resistencia.
(...)Despertalab vuelve a regalarnos un soplo de aire fresco, toda una ruptura de esquemas, con un montaje, semi montado, laboratorio o working progress donde el espectador, a pesar de estar todo el tiempo detrás de una cuarta pared, es interpelado sin palabras ni miradas durante los 55 minutos. ¡Qué gusto salir de la sala después de una mirada tan sugestiva, crítica y, porque no, interesante!