Viatjar al passat per reviure’l, repensar-lo, retocar-lo, reballar-lo. Aquest és el plantejament del laboratori de creació que ha unit improvisadors contemporanis (els jazzistes Astrio i la ballarina Sònia Gómez) per aproximar-se al món de la jota de l’Ebre de la mà de dos artistes de l’àmbit tradicional: el cantant Pere Gumbau i l’instrumentista de vent Pau Puig.
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La plaza mayor de Tàrrega se llenó de vitalidad, en un espectáculo lleno de vida y muy divertido. Resulta muy interesante ver la combinación de los textos y la música tradicional con la fusión de la música y la danza más tecnológicas. Además no sólo se combina épocas artísticas sino generacionales con una variedad de edades encima del escenario.
Vestidos con trajes tradicionales de las Terres de l'Ebre, la combinación entre presente y pasado también queda reflejado en la contraposición de estos trajes y un vestido más actual en la bailarina que de danza contemporánea.
Y aunque A vore es un espectáculo que logra mantener un buen ritmo dramatúrgico la mayor parte del tiempo, hay una parte que quizás rompa en exceso el ritmo, para un público nocturno que busca no parar de moverse. Del subidón que nos había provocado una jota y de repente, después del aplauso, la pieza se convierta en una intimista lectura de algunos trozos de textos clásicos de dan un giro a la reflexión constante sobre la identidad.
Somos lo que fuimos y lo que seremos y estamos en la mitad de cada camino. Por eso espectáculos como A Vore donde nos recuerda que no somos 100% nada únicamente sino la suma de diferentes piezas que se complementan.