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Aquest cinc anys es la historia de principio a fin de una pareja. Jaime Wallestein, Marc Flynn, es un novelista con un futuro prometedor y un ego muy marcado. Cathy Hiatt, Anna Herebia, es una aspirante a actriz, con un punto excesivamente naïf.
La forma de narrar la historia nos viene a través de monólogos, pero sobre todo de canciones solistas. Aunque estén juntos en el escenario, no hay diálogo, se cantan pero desde un plano temporal diferente. Ahí está el juego, ahí está el trabajo "fácil" para el espectador que recompone las piezas del puzzle de esta relación.
Con esta peculiar manera de narrar, la dificultad del montaje recae en la banda actoral y de dirección. El personaje de Jamie Wallestein es excesivamente frío, en gestos y maneras de expresarse, incluso en los buenos momentos de la relación. Me faltó algo más de expresividad por su parte. Cosa que en la interpretación de Anna Heredia sí que está presente. Todo un cúmulo se sentimientos que se reflejan con una simple mirada y que se perciben nota a nota.
La parte musical la componen piano y violín en directo, toda una delicia para los oídos, que, a pesar de estar en una sala pequeña, contrasta con el uso por parte de los intérpretes de micrófonos. Sin duda, una decisión cuestionable para un público al que en algunas ocasiones le molesta la acumulación de decibelios.Uno de los pilares del montaje es el diseño de escenografía de Jordi Bulbena que consigue aprovechar cada recoveco del Maldà. La escena de la ventana, nada más comenzar, ya lo auguraba. Por su parte el diseño de luces de Dani Gener pone la cereza a un pastel que da mucho gusto comérselo.
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