La palabra portuguesa e intraducible saudade se podría definir como la melancolía hacia lo anterior, esa creencia implícita de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Este es el tema que motivó a Pedro Penim a crear con su compañía Teatro Praga el montaje Before, en el que se representa la irónica y metafórica conversación entre un dinosauro y un psicoanalista. El dinosauro nos propone un viaje hacia atrás por 10 momentos terroríficos de la humanidad. ¿Por qué tanto dolor? La respuesta, que parece estar siempre en el pasado, no llega nunca.
Confiesa el autor que los dos personajes son en realidad el símbolo de una conversación consigo mismo, una reflexión íntima que se identifica con los pensamientos de todos. Es por eso que mientras dos actores –y un llamativo disfraz - dan presencia corporal a los personajes, sus voces vienen interpretadas por el propio Penim en un notable y virtuoso ejercicio de doblaje. Penim y el dinosauro o Penin el dinosauro.
A nivel visual, el también director opta por una iluminación tenue, oscura, acompañada de varias proyecciones que le dan una dimensión más plástica. Los movimientos de los dos cuerpos son lentos, pesados, y sin embargo contrastan con el tono humorístico que impregna la ya de por si absurda situación. El gran encuentro está en la ironía que destilan los personajes, quienes constantemente usan los juegos de palabras, las bromas y los saltos de tema delirantes. La música, desde una curiosa versión del Yesterday de los Beatles hasta el alegre himno de Estado Islámico, también juega con el ritmo y cumple a la vez una presencia tan estética como narrativa.
Before es un collage de momentos que nos recuerda que el dolor y el humor, el amor y la muerte, se funden en el tiempo y crean un tercer elemento, algo parecido a lo que llamamos historia. Un retrato divertido y diferente que ironiza sobre nuestra tendencia prehistórica a idealizar el mundo.
