Norina i Ernesto són dos joves enamorats, però s’hi interposa Don Pasquale, el vell oncle del noi. Té uns altres plans per al seu nebot: casar-lo amb una soltera rica. Per auxiliar l’atribolada parella hi ha el Dr. Malatesta. El divertit camí cap al final feliç de la benedicció matrimonial està ple d’incidents estrambòtics, embolics, lliçons de vida cruels i també melodies captivadores de Gaetano Donizetti en una òpera considerada de les més importants del repertori còmic italià. És un joc romàntic que va ser un èxit des de la seva estrena, a París l’any 1847, i un homenatge de Donizetti a la tradició de l’opera buffa. Laurent Pelly aporta la seva demostrada imaginació escènica a aquesta obra mestra del gènere.
Dramma buffo en tres actes. Llibret de Giovanni Ruffini basat en el text d’Angelo Anelli per a l’òpera Ser Marcantonio de Stefano Pavesi. Estrenada el 3 de gener de 1843 al Théâtre Italien de París. Estrenada al Gran Teatre del Liceu el 19 de gener de 1848. Darrera representació, el Liceu el 13 de maig de 1986.
Gaetano Donizzetti, uno de los compositores favoritos de la hisotira de la ópera, es el autor de esta obra chispeante y encantadora que ridiculiza el defecto de la pretención de juventud. Estrenada en París en 1843y recibida con un enorme éxito, esta ópera siempre parece una enorme superficialidad hasta que se comineza a enteder que habla de las sombras de la madurez y de la ridiculez que es la pretención de juventud. Hay una profunda relación entre estos personajes buffos y la commedia dell'arte italiana.
En el caso de la producción del pasado sábado en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, hubo un cambio de reparto y Lorenzzo Regazzo fue sustituido por Roberto de Candia y Valentina Nafornita por Pretty Yende, en ambos casos debido a una enfermedad. No escuché a los otros dos, pero debo decir que este elenco fue un gran acierto. Primero en el caso de los dos sustitutos, quienes hicieron gala de un trabajo vocal y actoral de muy buena calidad. Roberto de Candia fue un Don Pasquale divertido, inocente y vulnerable, mientras que el encanto y la sensualidad de Pretty Yende hicieron de su Norina, un ser encantador. Comenzó su aria un poco estridente en los agudos e insegura en el fraseo, pero conforme fue adelante la obra dejó clara su seguridad interpretativa. Por su parte el Malatesta de Mariusz Kwiecien fue una construcción vocal muy lograda. El tenor Juan Francisco Gatell cantó respetando mucho del estilo belcantista y su trabajo fue sumamnete profesional.
La puesta en escena de Laurent Pelly era dinámica y atractiva, con un dispositivo escéncio circular que creaba espacios interesantes diseñados por Chantal Thomas y la luz de Duane Schuler estaba más relacionada con el ambiente emotivo de la escena que con relación espacio-tiempo. La dirección escénica siempre estuvo llena de detalles ingeniosos y la caracterización de los personajes era de una muy buena manufactura. El director de escena encontró perfectamente el tono lúdico de la obra.
El belcanto ha sido muy criticado y alabado, los espectadores adoran estas obras y los intelectuales las desprecian. Sin embargo siguen aquí, divirtiéndonos y enamorándonos cuando son bien cantadas y bien montadas. Como fue en este caso.