Una família desestructurada es troba per Nadal. La filla ve carregada de bones intencions, i això ja és garantia de qualsevol desastre. Una comèdia delirant de la dramaturga peruana Mariana de Althaus, membre del Colectivo Viaexpresa, dirigida per Carol López.
Tengo la extraña sensación de haber visto un experimento, un working progress más que un espectáculo totalmente montado y estrenado. Pocas veces siento una desconexión tan fuerte entre lo que está pasando en el escenario y lo que eso me hace sentir. He de reconocer que los 15 primeros minutos fueron como si hubiera entrado en una realidad paralela, cómo si no entendiera ninguna de las palabras que los intérpretes soltaban por su boca.
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Carol López ha optado por una puesta en escena a la 'argentina' pero con actores catalanes en su mayoría + Willy Toledo, que todo dicho sea ya por anticipado es quien mejor sale parado. La naturalidad que destila el teatro argentino queda aniquilado en esta función. Buena parte de culpa la tiene haber optado por no traducir la obra al catalán, o dicho de otra manera por no haber educado a los actores en la entonación. Salvo Nausicaa Bonnín y Willy Toledo el resto de intérpretes defenestra el idioma, en entonación porque el texto es el que es, pero...
Si el lenguaje le resta veracidad a los actos, las interpretaciones siguen el mismo camino. No me creo nada, y no creo además que haga falta caer en la trampa de que la única forma posible de interpretar los problemas mentales/psíquicos como es el caso de Edurne (Aina Clotet) sea a grito pelado. Para ser honesta, esta vez la inocencia gana a la verdad y, en este caso, Jaume Solà, el más pequeño del reparto, se come con patatas a las grandes figuras que integran el cartel.
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Y aunque la última escena (que no desvelaré) me saque de la homogeneidad de toda la pieza, una flor no fa estiu y ya hacía tiempo que mis pensamientos me llevaban por otros derroteros. Salgo de sala acordándome de todas las dramaturgas catalanas con textos potentes, no como éste, que no pueden estrenar en el Lliure (ni en otros teatros), y me cabreo, me cabreo mucho.