La siempre inquieta Simona Levi firma la dirección de un espectáculo atípico pero en total sintonía con la dimensión política del teatro. El espacio Conservas -que gestiona Levi- es la sede social de la plataforma de activismo anticorrupción Xnet y acoge también al colectivo 15MpaRato que inició el caso contra Rodrigo Rato en la Audiencia Nacional. Con la información recogida por estos colectivos sobre la transformación de Caja Madrid en Bankia, su salida a bolsa y el escándalo de las “tarjetas black”, Simona Levi y Sergio Salgado han elaborado un espectáculo de teatro documental con la abierta intención de incidir en la visión política del público. Desde el escenario se pretende crear conciencia política transmitiendo un mensaje que mueve a la participación más allá de depositar nuestro voto en la urna. Nada hay en el espectáculo que el espectador informado no conozca, pero en la mayor parte de los casos se trata de una información deslavazada, quizás incompleta, cuando no maquillada o “reinterpretada” según los intereses de algunos medios de comunicación. En el espectáculo hay una recopilación de información respecto al tema, también movida por un claro interés: el de la denuncia. El espectáculo toma el título de la campaña publicitaria que Bankia lanzó en 2011 para su salida a bolsa Hazte bankero. Así contado pudiera parecer que se nos convoca a presenciar un arduo baile de cifras con oscuras relaciones políticas… Por el contrario, el espectáculo clarifica el complejo entramado político-financiero con una fuerte dosis de ironía pero sin cargar las tintas. Se usan los textos del cruce de correos electrónicos entre Miguel Blesa (Presidente de Caja Madrid) y otros miembros del organigrama de la institución. Para abundar en la idea de la transparencia, el juego teatral se desnuda de artificios y ocultaciones: Simona Levi y Sergio Salgado permanecen en el escenario al frente de los ordenadores desde donde lanzan la información que aparece en la pantalla; los actores son presentados como quienes son y junto a los roles que jugaran en la función -lo cual permite también una batería de bromas sobre los parecidos y diferencias entre ellos. Agnès Mateus, en su línea, ejerce de maestra de ceremonias. Y ahí tenemos a Albert Pérez convertido en Miguel Blesa, a Josep Julien como el Secretario General Enrique de la Torre y a Elies Barberà a cargo del resto de personajes con ligeros pero significativos cambios de vestuario. Los tres actores nos introducen en la farsa, mientras entran y salen de sus papeles -un juego muy actual que Pérez, Julien y Barberà bordan-, crecen sonrisas sardónicas en la platea. Los comentarios jocosos de los personajes parodiados, hacen subir la temperatura… salimos de la sala no sé si más “indignados” pero sí más conscientes de nuestro entorno político. Es cierto que el espectáculo puede calificarse de teatro circunstancial, aunque de construcción impecable y, en cualquier caso, teatro necesario.