Las compañías mexicanas Teatro Nómada y Teatro Estudio nos proponen un fascinante viaje, una mirada multidisciplinar que nos sumerge en el periplo vital, su lucha interior y la obra de esta mujer, pensadora y escritora excepcional, muy adelantada a su época, que fue Sor Juana Inés de la Cruz. Una mujer que dijo NO a las estructuras sociales para decirse SI a sí misma y a su necesidad expresiva y lo hizo en pleno siglo XVII, a pesar de los convenios sociales en la Nueva España, la Inquisición y los mecanismos patriarcales imperantes.
La notable actriz y productora, Karla Constantini (Teatro Estudio), comenzó a trabajar la idea de un espectáculo basado en la figura y los textos de Juana Inés, desde la perspectiva de género. Contactó con el joven director Fernando Sakanassi (Teatro Nómada), quien junto a Ricardo Ruiz Lezama, confeccionó la dramaturgia y se encargó de la dirección y puesta en escena.
Se estrenó en Barcelona en la Sala Atrium en julio del 2017. Esta es su segunda visita a Barcelona y precisamente al lugar donde estuvieron gestando el espectáculo. Ganadora de la Primera Beca DespertaLab Internacional de La Nau Ivanow y la Secretaria de Cultura de Jalisco. Consiguió una Mención especial en el VIII Certamen Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
Los textos de Sor Juana Inés suenan diáfanos actuales, vivos, magníficamente dichos e interpretados por las dos actrices y los dos actores (Karla Constantini, José Jaime Argote, María Balam y Darío Rocas), que se multiplican en escena mostrando un amplio abanico de técnicas teatrales. Cantan, bailan, tocan las jaranas (guitarras jarochas), recitan con propiedad el verso, la prosa (incluso se permiten interpretar una escena integra en catalán, por cierto, muy bien pronunciado) y se entregan al ejercicio físico que obliga el teatro orgánico. La puesta en escena cuidada en todos los aspectos, es sumamante rica en matices, metáforas y sugerencias, jugando con un precisa utilización de las luces (el claroscuro, las luces ámbar, la luz blanca, subrayando la introspección y el salto de la época medieval a la actual). Una escenografía muy bien pensada que se monta y desmonta, multiplicando los espacios, reutilizando los elementos, pasando del equilibrio formal del tablado sobre el que una alegre Juana Inés taconea un baile jarocho, a la opresiva celda o desbordando el espacio escénico con los textos que se van escribiendo sobre paredes y suelos. La concepción del espacio escénico es de Tanzing Ortega y la escenografía y el diseño de iluminación de Ricardo Pérez-Imagina Entretenimento.
Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel de Nepantla12 noviembre de 1648-Ciudad de México 17 de abril de 1695), cultivó la lírica, el auto sacramental, el teatro y la prosa. A los tres años ya empezó a leer y escribir y a los ocho años ya hablaba latín. Considerada por muchos como la décima musa, su categoría literaria está a la altura de Calderón de la Barca, Lope de Vega y Cervantes. Su nombre de pila fue Juana de Arbaje y Ramírez. Como bien dice Octavio Paz que en los tiempos de la colonia, la corte y el locutorio del claustro eran los únicos espacios en que una mujer podía codearse intelectualmente con los hombres. Y sor Juana, que evadió el matrimonio para poder dedicarse a las letras, supo aprovechar esos espacios muy bien.
Amor empieza por desasosiego,
solitud, ardores y desvelos;
crece con riegos, lances y recelos
sustentase de llantos y de ruego.
...............Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
