Le songe. Ballets de Monte-Carlo

informació obra



Companyia:
Ballets de Monte-Carlo
Composició musical:
Felix Mendelssohn, Daniel Teruggi , Bertrand Maillot
Escenografia:
Ernest-Pignon Ernest
Vestuari:
Philippe Guillotel
Il·luminació:
Dominique Drillot
Autoria:
Paco Hernández Falcón
Intèrprets:
Paco Hernández Falcón
Sinopsi:

Le songe és un ballet inspirat en El somni d’una nit d’estiu, la cèlebre comèdia de Shakespeare sobre el desig, en el context d’un marc natural i alhora màgic. Això és el que plasma en la seva coreografia Jean- Christophe Maillot, creada el 2005 sobre la música incidental de Felix Mendelssohn i amb partitures electròniques de Daniel Teruggi i Bertrand Maillot. Teatre, música i dansa per orquestrar un desordre fascinant. Sensibles, bromistes, enginyosos, brillants, truculents o seriosos, tres generacions de ballarins representen un microcosmos humà que s’entrellaça amb humor i gràcia a la xarxa de les seves pulsions. Les Ballets de Monte-Carlo, hereus de la tradició creada per Serge Diaghilev, presenten amb aquest muntatge el seu arrelament a la tradició i, al mateix temps, el seu compromís amb l’avantguarda.

Crítica: Le songe. Ballets de Monte-Carlo

17/05/2018

Bailando a Shakespeare

per Enid Negrete

Los ballets de Montecarlo son una de las pocas herencias enconmiables que provienen de la realeza: una tradición relacionada íntimamente con la escuela rusa de danza y los Ballets  de Diaghilev, conservada y mantenida por la Princesa de Mónaco y con un claro sabor de innovación, que le ha dado su director artístico y coreógrafo Jean-Christophe Maillot (1960- ).

Con bailarines de diversas nacionalidades, con un nivel técnico muy sólido, propuestas estéticas y temáticas siempre interesantes, esta agrupación es una invitada constante del Gran Teatro del Liceo de Barcelona.

En esta ocasión trae una versión muy creativa del clásico Sueño de una noche de verano de WIlliam Shakespeare (1564-1616), donde los tres mundos están diferenciados coreográfica, estética y musicalmente. Es una manera diferente de entender el ballet, con una coreografía muy creativa llena de pas de deux y portés distintos, que se representa dentro una estética escénica que hace claras referencias al mundo griego desde el punto de vista del siglo XXI y que se acompaña con música que viene desde el siglo XIX hasta la composición contemporánea e incluye el uso de la palabra.

Desgraciadamente, el mundo de los artesanos de Atenas es el menos logrado, el uso de la palabra parece demasiado elemental y atiende a un sentido del humor muy pobre. Otra cosa es el mundo de las parejas de enamorados, con una coreografía compleja y atrayente, que cuenta la comedia de enredos que se forma con los errores de Puck. Cuatro bailarines Alessandra Tognoloni, Matej Urban, George Oliveira y Victoria Ananyan, con una creación de imagen que recuerda a las estatuas griegas, nos hicieron pasar momentos de verdadero humor inteligente. Pero no se puede negar que lo mejor logrado en este trabajo es el mundo de las hadas, con dos grandes intérpretes Mimoza Koike y Alexis Oliveira, haciendo dos poderosos Titania y Oberón, respectivamente, sofisticados y encantadores, que nos llevan por el lío de sus disputas desde la sensación de su poder y su magia.

Un espectáculo interesante, ameno y que sólo se hace pesado con los momentos dedicados a los artesanos-actores, pero que en general nos deja una sonrisa para llevar a casa.