Dos homes transiten en un espai despullat. Als seus cossos hi conviuen la bellesa, l’animalitat, la força extrema i l’abandó. No estan per delicadeses i, sense donar treva a l’erotisme, es toquen amb una emotivitat brutal. Les situacions els empenyen a zones incertes, s’enfronten amb els propis límits, a la vulnerabilitat, i desemboquen en múltiples mutacions. Duo de dansa contemporània produït amb el suport de la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires.
Una historia de amor. Dos hombres, dos cuerpos que se buscan, que trasmiten su individualidad, que se unen en colectivo, que se buscan frenéticamente. Se encuentran, se funden, surge la pasión, esa fuerza que todo lo puede, hasta llegar al odio, a una violencia física brutal, que poco a poco nos devuelve al espacio de lo tierno
Ramiro Cortez y Federico Fontan han arrasado en Tàrrega con su gran componente físico. Una danza complicada, no estamos acostumbrados a ella pero que impacta que deja un rastro optimista entorno a la figura del ser humano.
La iluminación ayuda a subrayar los momentos donde la intimidad se hace presente y parece que no existieran unos ojos que los miran. Y aunque para la Fira de Tàrrega se ha optado por un escenario a nivel del suelo, donde los cuerpos se empequeñecen (dependiendo de la distancia en donde te sitúes), quedan por debajo de la mirada; el espectáculo ganaría en fuerza si estuvieran con escenografía alzada y fuera el espectador quien tuviera que levantar la mirada. A pesar de ello, Los Cuerpos es un montaje de aquellos que merece mucho la pena ver por su singularidad.