El tema central de Minuit es la fragilidad. En la función cada elemento es enclenque y finito. Sillas, micrófonos y también cuerpos. Con una estructura formada por escenas independientes, Jean-Baptiste André, Yurié Tsugawa y el propio creador del espectáculo Yoann Bourgeois utilizan diferentes instrumentos con los que juegan y crean imágenes evocadoras.
En un momento, Tsugawa simula ser una muñeca inmóvil, y André la manipula hasta darle vida. La acróbata intenta correr, escapar, saltar e incluso llegar a volar… Hasta que el cordón al que está atada la hace volver a tocar tierra. Más adelante, Tsugawa y Burgeois ofrecen una coreografía sentados frente a frente alrededor de una mesa. Se apoyan, se mueven el uno al otro y dejan caer sus cuerpos a un ritmo rápido y compenetrado. Entre unos y otros, el número recurrente de elementos que se desmontan, se caen y luego se recomponen de las formas más inesperadas.
Pero sin duda el gran acierto de la propuesta es la magnética coreografía de Bourgon con una cama elástica y unas escaleras. Al ritmo de la música, el artista salta, impacta con los muelles y vuelve hacia arriba, vuela cada vez más alto. Sube, escala, llega al punto álgido. Y cuando está en la cumbre deja de intentarlo. Se sienta, se acomoda, y resbala por las escaleras hasta volver al punto de partida.
Si como digo hay escenas bellas e intensas, también hay otras excesivamente largas que ralentizan la función. Cuando Tsugawa se balancea inmóvil sobre una estructura en forma de tentetieso quedamos curiosos y fascinados. Pero cuando la escena continua durante minutos sin apenas cambios, se vuelve pesada y pierde impacto.
Todos los números vienen acompañados por la composición original interpretada en directo por Laure Brisa. El arpa es el instrumento clave, si bien se acompaña de un looper con el que crea efectos y ritmos contemporáneos y evocadores. La iluminación, ideada por Jérémie Cusenier, se mantiene oscura, mostrando a los artistas entre penumbras prácticamente durante toda la función.
A camino entre el circo y la danza, la poética y el virtuosismo, Bourgeois ofrece una propuesta irregular, con momentos de gran belleza y otros más prescindibles, salpicados puntualmente por gotas de humor. Un espectáculo entretenido y diferente, curioso de ver.
