No Future Yes

informació obra



Producció:
David Fernández
Vídeo:
David Fernández
Intèrprets:
Maureen López, Sílvia Marsó
Autoria:
Maureen López, Stefan Zweig
Sinopsi:

Aquesta és una peça fallida que porta a enlloc. Després de set anys tocant música al carrer allunyat del teatre, el 2017 David Fernández decideix tornar a escena amb un treball futurista sobre la identitat digital, la tecnologia i el cos que no s’arriba a estrenar, ja que és rebutjat en innombrambles festivals i teatres (“Hi ha gent fent coses molt més sofisticades […]” al·legava el programador MF)
Usant com a teló de fons aquella performance malmesa (un Black Mirror tronat) David, la ballarina Maureen Lopez i el robot P4qui7o, s’endinsaran en un terreny deforme, caòtic i sense límits, posant en risc el futur de la peça que volen tirar endavant i el seu propi.

Crítica: No Future Yes

30/09/2018

Mejor de carne y hueso

per Elisa Díez

Y si la búsqueda del placer de mirar y ser mirado de la anterior pieza, A nation is born in me, nos había parecido poco, No future yes amplia el rango y nos somete a la omnipresencia de las pantallas. Vivimos mirando para una, del tamaño que sea, casi todas nuestras relaciones personales pasan por tener una de ellas en las manos. Y, ahora además de pantallas tenemos robots, como mascotas, como seres animados que no necesitan más que batería para seguir haciendo todo aquello que les ordenemos que hagan. ¿seguimos siendo dueños de nuestras vidas? ¿somos nosotros los que les mandamos o son ellos los que nos dominan?

(...)

La performance es una crítica continua a nuestro futuro rodeados o inundados de tanta tecnología, nos acabaremos convirtiendo todos a lo que ya parece más una secta que una manera cualquiera de actuar. ¿dónde están los límites en su uso? Es esto lo que pone de relieve una pieza donde sus límites los debe marcar el presupuesto, ya que la versatilidadde quien los maneja no parece querer acabar nunca el proyecto.

Quizás no sea necesario volcar en todos los espectáculos las infinitas posibilidades tecnológicas de las que disponemos, qué futuro nos espera si substituimos las experiencias de piel por el plástico de cualquier robot. ¿dónde queda la esencia? Y aunque la experiencia es interesante, una servidora prefiere seguir con espectáculos de carne y hueso.