Rhumans

informació obra



Direcció:
Jordi Aspa, Yoann Bourgeois
Intèrprets:
Joan Arqué, Roger Julià, Jordi Martínez, Pep Pascual, Mauro Paganini, Jean-Baptiste André
Direcció Musical:
Pep Pascual
Composició musical:
Pep Pascual, Mauro Paganini
Producció:
Carles Manrique
Escenografia:
Adrià Pinar, Rhum i Cia
Companyia:
Rhum i Cia
Vestuari:
Elisa Echegaray, Paca Naharro
Il·luminació:
Quico Gutiérrez
So:
Marc Santa
Sinopsi:

El pallasso busca, i gairebé sempre troba, les fissures en la raó i en els seus semblants. El savi tremola, quan riu. Perquè sovint la matèria del riure, la vida de l’home, és feta de tristesa, deia Baudelaire.

Quan els pallassos són capaços de fer números amb les lletres i de vestir els fets de nuesa, la llibertat és la seva presó. En aquest espectacle us convidaran a viatjar i a reflexionar sobre la figura del pallasso amb un collage musical farcit de números de creació pròpia i algun clàssic, tot amanit amb una mica d'acidesa, de dolçor o de picant per desvetllar els muscles de la rialla. Potser se us faran grans les sabates; o potser us veureu emmirallats a la pista com si els pallassos us haguessin raptat el cor. I podreu adonar-vos que «riure» no és tan sols una paraula, sinó que és quelcom de més profund. A aquests pallassos, ja ho veureu, no els agrada riure’s de ningú sinó amb tothom... perquè el riure ho cura gairebé tot!

Jordi Aspa, home de circ que, amb Bet Miralta, és el cinquanta per cent de la companyia Escarlata Circus, dirigeix ara l’espectacle que tanca la trilogia iniciada amb Rhum i seguida de Rhumia, un muntatge amb música interpretat per un repòquer d’artistes que saben com seduir el públic i que el fascinen amb les històries surrealistes que se succeeixen a la pista.


Crítica: Rhumans

05/08/2018

¿Maduran los payasos?

per Alba Cuenca Sánchez

Después de Rhum y de Rhümia, el equipo de Rhum & cia. cierra su trilogía homenaje al desaparecido Joan Montanyés “Monti”. Lo hace 4 años después de empezarla y con un cambio importante: Esta vez Jordi Aspa asume la dirección en sustitución de Martí Torras y le da a la pieza un halo de madurez. En Rhumans  (que viene de humanos), los payasos se han hecho más adultos y han perdido un poco la ternura que desprendían en los anteriores montajes, sustituyéndola por una reflexión interna sobre su mundo.

En esta ocasión, los payasos se hacen preguntas sobre su naturaleza e investigan sobre su papel en la actualidad y en el futuro. Para ello han salido a la calle a preguntarle a la gente qué concepción se tiene de su mundo. Durante la función algunos números más clásicos se entremezclan con proyecciones de video en el que personas anónimas opinan, algunas con frases muy duras. Parece que quien ejerce este tipo de personaje es “un actor fracasado que se ha tenido que quedar payaso”, dice una señora. Se revela una concepción del payaso como algo antiguo, pasado de moda y que, en opinión de algunos entrevistados, debería actualizarse.

Pero lo cierto es que, a la práctica, lo que más atrae del espectáculo son esos números divertidos, ingenuos y nostálgicos que se acercan más a la esencia del clown. Cuando interactúan con los espectadores –recurso que usan mucho menos que en las otras ocasiones-, cuando se visten de formas imposibles, cuando se proponen -¡y lo consiguen! – dar la vuelta al mundo en 80 segundos. La magia, ese mundo entrañable, ingenuo, naíf. La cara blanca y la nariz roja siguen siendo las que iluminan el espectáculo, las que marcan su esencia.

Los 5 payasos – con Piero Steiner sustituyendo a un lesionado Jordi Martínez al que se echa de menos- siguen ofreciendo ese humor tan característico, con los sonidos interpretados en directo por Pep Pascual con todo tipo de objetos e instrumentos. El despliegue de atrezzo continúa en la línea llamativa y de estética artesana. Sin embargo, el montaje resulta en su globalidad menos emotivo y sobrecogedor. En una sociedad en el que a todos se nos exige parecer más adultos, los payasos son el refugio de lo infantil. ¡Ojalá lo sigan siendo!