Dido & Aeneas. William Christie/Blanca Li

informació obra



Coreografia:
Blanca Li
Composició musical:
Henry Purcell (Dido i Enees)
Direcció:
William Christie
Sinopsi:

“When I am laid in earth, may my wrongs create no trouble in thy breast…” 

Dido & Aeneas de Henry Purcell és una òpera de cambra deliciosa basada en l’obra Dido, reina de Cartago de Christopher Marlowe. L’Orpheus Britannicus, nom amb què es coneixia Purcell, va elevar l’òpera anglesa al cim de l’elegància i eloqüència escrivint un dels exemples més notables del gènere. 

Més de 300 anys després de la seva estrena, aquest títol de Purcell encara parla d’una manera commovedora d’amor i pèrdua, tornant a explicar la tràgica història de Virgili sobre Dido, la reina de Cartago, i Enees, un príncep troià, amb una música que va del poder emocional del famós lament de Dido fins a les animades cançons i danses dels mariners, passant per les tonalitats fosques de les bruixes. 

Amb una impactant producció d’òpera i dansa, Blanca Li reinterpreta, des del seu característic llenguatge coreogràfic, la trista i gran història sobre la incapacitat de controlar una passió salvatge i el poder dels sentiments que acaba en traïció i un funest comiat. 

William Christie, pare del moviment historicista i autèntic especialista de la música del Barroc europeu, conduirà al Liceu la seva formació Les Arts Florissants per oferir un espectacle sensible, creatiu i transgressor. 

Crítica: Dido & Aeneas. William Christie/Blanca Li

20/06/2023

Dido y Eneas en la penumbra

per Enid Negrete

Una de las obras más interesantes de la historia de la ópera y vital para la historia de este género en Inglaterra, llegó al Gran Teatro del Liceo de la mano del coro y orquesta de Les Arts Florissants, dirigidos por una de las leyendas de la música antigua: William Christie.

Dido &Eneas (1689) está considerada como la primera ópera nacional inglesa y contiene una de las arias más hermosas de la historia de la ópera: El lamento de Dido. Su historia, como todas las de la ópera barroca, está basada en la mitología grecolatina y en este caso, se debe destacar la trágica relación con la muerte y el preciso retrato del dolor humano. En esta versión, musicalmente imposible de objetar, lo más débil ha sido la propuesta escénica.

Como ya nos tiene acostumbrados Christie y Les Arts Florissants, estuvimos frente a una ejecución impecable, que sigue las ideas de Purcell con una lealtad incuestionable. Todo un disfrute emocional, técnico y conceptual. En cuanto a los cantantes, un elenco homogéneo y muy eficiente, donde destaca Kate Lindsey nos regaló una Dido con hermosas frases y pianísimos emocionantes, mientras que el Bastien Rimondi era el único que rompía la armonía con una voz excesivamente metálica para ese papel. Todos los demás intérpretes hicieron una gala de un profundo conocimiento del estilo interpretativo y vocal de la época.

En cuanto al montaje escénico debemos destacar puntos especialmente contrarios a la recepción del espectador: el primero, una iluminación casi siempre en la penumbra, que hacía cansado y difícil seguir la acción escénica. Una coreografía llena de lugares comunes en donde no se vio ninguna propuesta novedosa. Pero lo peor, con mucho, fue la idea de poner a los personajes principales en una especie de columna, estatua o algo parecido, que no solo limitaba sus movimientos, si no que los volvía inexpresivos. No se entiende que se usara todo el tiempo esta "herramienta" que no solo no aportaba nada a la concepción del personaje, sino que además no permitió la completa expresión de los intérpretes.

Una escenografía que tampoco nos daba una atmósfera interesante o que ayudara al espectador a entrar en el drama mismo, eso sí, con texturas muy conseguidas.

Una tristeza que el montaje no tuviera la altura de la interpretación musical.