La coreògrafa i ballarina escocesa Claire Cunningham explora l'univers simbòlic del pintor holandès El Bosch. Un homenatge en directe a les víctimes discapacitades del programa d’eutanàsia nazi Aktion T4 i a les actuals víctimes discapacitades de la recent “reforma del benestar social” del Regne Unit. Dansa sense límits.
Endinsant-se en l’obra del pintor medieval Hieronymous Bosch, Claire Cunningham presenta una peça cruament bella sobre la transcendència i la lluita, una indagació a través de la religió, l’art religiós i el judici de les ànimes i cossos.
Posant a prova el cos i la fe, Give Me a Reason to Live ressegueix la imatgeria de les persones amb discapacitat en les pintures apocalíptiques d’El Bosch, per tal de qüestionar les nostres perspectives actuals sobre l’alteritat i la diferència.
Give Me a Reason to Live ens convida a considerar la nostra pròpia empatia, simpatia o indiferència, en una obra d’una generositat i immediatesa brutal.
El silencio se podía cortar durante los cuarenta minutos que duro Give me a reason to live el solo que la cantante y bailarina discapacitada, Claire Cunningham, ofreció la noche del viernes en el Teatre Lliure de Montjuïc. El público quedó hipnotizado por el baile aéreo de esta artista escocesa con muletas, sus compañeras desde que cumplió 14 años.
Según palabras de la propia Claire su fuente de inspiración para esta intensa pieza han sido las pinturas del artista holandés, Hieronymus Bosch, El Bosco, en las que descubrió que los mendigos representados eran discapacitados. Esta idea ha inspirado a la artista a crear una pieza en la que su cuerpo fuerte y enérgico con la ayuda de dos muletas crea figuras que recuerdan a un pájaro herido, o mejor dicho a un gavilán, dada la fuerte presencia escénica y carácter de esta intérprete.
No estamos ante un espectáculo de danza integrada como los que crea Jordi Cortés, solo hay que recordar el estremecedor Fuck-in-progress, donde a los intérpretes discapacitados les falta una pierna o dos, o tienen otras carencias importantes. Cunningham es una mujer con una fuerte osteoporosis prematura, que la ha incapacitado para andar normalmente y a través de este impedimentos ha creado una danza área que emocionada y conciencia al espectador ante los sectores más desafortunado de la sociedad.
En la banda sonora del espectáculo figura Nesciens Meter una partitura de Jean Mouton, un compositor francés contemporáneo de El Bosco y la cantata Den Tod de Johan Sebastian Bach, que interpreta la bailarina apoyada en la pared y suspendida en el aire hincada en las muletas, y demostrando sus excelentes dotes como soprano, este emocionante fragmento provocó las lágrimas de los espectadores más sensibles, mientras que otros estuvieron impertérritos. Give me a reason to live no tiene punto medio, o emociona o no.