Maria Estuard

informació obra



Direcció:
Sergi Belbel
Intèrprets:
Míriam Alamany, Jordi Banacolocha , Sílvia Bel, Àlex Casanovas , Carles Martínez , Fina Rius, Marc Rius, Francesc Garrido, Òscar Rabadán
Escenografia:
Max Glaenzel
Vestuari:
Mercè Paloma
Caracterització:
Toni Santos
Il·luminació:
Kiko Planas
So:
Jordi Bonet
Ajudantia de direcció:
Antonio Calvo
Producció:
Teatre Lliure
Sinopsi:

Amb l’ajut de nobles del seu seguici, Maria Estuard, reina d’Escòcia i presonera al castell de Talbot per ordre de la seva cosina Isabel I d’Anglaterra, conspira per salvar la vida i recuperar el poder polític. Un enfrontament entre dues reines, dues religions, dues nacions, però també, i sobretot, entre dues dones amb poder.

"En un moment de convulsions polítiques, a casa nostra i a tot Europa, és bo reinterpretar aquells clàssics que ens recorden que la lluita pel poder (polític, social, religiós) ha estat sempre plena de conspiracions, males arts, jocs bruts i també això que ara anomenem ‘personalismes’. Dues grans dones, representants de dues grans nacions dins un mateix territori, s’enfrontaran acarnissadament per veure qui domina qui. 

Plantegem una nova lectura del text de Schiller condensada només en set personatges i anant a l’arrel del conflicte, tant polític com humà". 

Sergi Belbel

Mercè Paloma, finalista en la categoria de vestuari. Premis de la Crítica 2016


Crítica: Maria Estuard

05/12/2017

Los problemas del melodrama

per Enid Negrete

La pertinencia de una obra como Maria Estuardo, que habla de la injusta aplicación de la justicia, en un momento como el que pasa Cataluña es innegable. Tan es así que al terminar, cuando las dos protagónicas de la obra sacan enormes lazos amarillos, la reacción del público no se hizo esperar, como también las protestas de una espectadora al parecer, de ideas contrarias. Quizá esos es la prueba más feaciente de lo importante y vigente de este texto.

Un drama entre primas (y no hermanas como dice el  texto), que tenían el destino de los dos pueblos más importantes de la Inglaterra del siglo XVII, donde una ejerce el poder para aplastar a la otra, cuya dignidad de reina no le permite rendirse de manera honesta, es lo que plantea con una enrome profundidad, el famoso autor alemán,  Friedrich Von Schiller (1759-1805). 

Un duelo permamente, entre ellas, pero también entre conceptos como lo público y lo privado, la voluntad  y las limitaciones del ser humano, la naturaleza femenina y su uso en el poder, son algunos de los ejemplos temáticos de esta obra tan influenciada por el pensamiento de Immanuel Kant, que fascinó al autor. 

El principal problema de la versión de Sergi Belbel que se puede ver ahora en el Teatre Lliure de Montjuic, es el problema tonal del melodrama. Éste es un género dedicado a al explosión de las emociones y esta es su mayor dificultad: encontrar el equilibrio expresivos sin caer en una exageración patética o en una contesión que traicione su naturaleza emotiva. En esta producción no se llegó a ese equilibrio y se pecó de bastante frialdad.

Una producción con una propuesta estética coherente y un excelente vestuario a cargo de Mercé Paloma, fueron el marco escogido por director escénico  para este montaje. El planteamiento del espacio, acercando al espectador al escenario y abriendo dos frentes, se percibía como una posibilidad de participar de manera más integrada, sobre todo si se piensa que se estaba contando una historia profundamente emotiva y debíamos acompañar a una mujer a enfrentar una muerte que ella y muchos de sus seguidores, considera injusta. La dualidad del melodrama, debía de haber llegado a nosotros de manera irracional y arrebatadora. En este caso no sucedió.