The Rocky Horror Show

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Sinopsi:

A tots els creients en la seducció alienígena, als guerrers de l'arc de Sant Martí i, per descomptat, als amants del rock 'n' roll...

'The Rocky Horror Show' arriba al Teatre Coliseum l'octubre de 2023.

Prepara't per emocionar-te amb moments divertits i entremaliats amb el llegendari musical de rock 'n' roll de Richard O'Brien. 'The Rocky Horror Show' és la festa garantida que tots necessitem, amb el públic de peu i entrades exhaurides.

Dirigida per Christopher Luscombe, 'The Rocky Horror Show' és una festa a la qual tothom està convidat i compta amb clàssics atemporals, com Sweet TravestiteDamn it Janet i, òbviament, Time Warp.

Directes des del West End, no només estem meravellats, sinó també sorpresos, de veure que aquest deliciós musical fa 50 anys que és capaç d'aixecar les seves cames amd mitges de xarxa més alt que mai.

Esperem veure-us a la millor festa de sempre! 

L'espectacle es representarà en Versió Original (Anglès) amb subtítols en castellà. La música és en directe, tocada per The Rocky Horror Band, directament des de London’s West End.

Vine disfressat i et donarem una sorpresa al bar!


Crítica: The Rocky Horror Show

03/11/2023

Abducidos por unos fantásticos y libidinosos alienígenas

per Imma Fernández

Ojalá aterrizaran en Barcelona a menudo las grandes producciones musicales del West End londinenses como este magnífico ‘The Rocky Horror Show’ que, con motivo de la gira internacional por su 50º aniversario –un récord de longevidad- hemos tenido la suerte de disfrutar en el Coliseum. El talento enorme en todos los aspectos, desde los magníficos cantantes-actores, a la música y la estupenda banda de rock en directo, el vistoso vestuario, coreografías… apuntalan el éxito que les ha acompañado durante el medio siglo de representaciones. Es una delirante fiesta de libidos desbocados y rock and roll que inyecta en la platea un subidón de adrenalina. El público acaba completamente abducido por estos fantásticos alienígenas que derrochan descarada comicidad y ‘sex-appeal’.

Muy transgresora en sus orígenes, este legendario título –catapultado por la película de culto de Jim Sharman de 1975 que incluía en su reparto al creador, Richard O’Brien, Tim Curry, Susan Sarandon y Meat Loaf- continúa hoy cautivando a unas plateas ávidas de diversión y buen rollo. Pero más allá del festivo desenfreno, la obra, con su mensaje de liberación identitaria y sexual (‘Don’t dream it, Be it’), es una oda a la diversidad que refuerza su vigencia. La alegoría pervive: aún hay personas del colectivo LGTBI que se siguen sintiendo ‘aliens’ en este mundo. 

El hoy octogenario Richard O’ Brien, declarado transgénero no-binario (“me siento un 70% hombre y un 30% mujer”), no concibió el musical con la intención de espolear el debate de género y sexualidad, aunque admite que ha ayudado a muchos y a él mismo. Su propósito era urdir un tributo a las películas de terror y ciencia ficción de serie B. La historia sigue a una ingenua y formalita recién pareja de novios, Brad y Janet, que, tras un pinchazo en la carretera, acaba a las puertas de una mansión habitada por una pandilla de frikis: el científico travesti y bisexual Dr. Frank-N-Furter (que se presenta como un “dulce transvestido de Transexual, Transilvania”), sus sirvientes y su criatura, Rocky, un émulo de Frankestein pero a la inversa: es un Adonis muy bello y musculado. Fue creado para dar placer, pero le ha salido muy huidizo. Los enredos de cama se sucederán con los recién llegados experimentando la seducción alienígena. Y es que se trata de extraterrestres llegados del planeta Transexual en la lejana galaxia de Transilvania.

Las apariciones de un narrador –elemento muy presente en el teatro de hoy- es aquí un gran acierto, facilitando la comprensión de la historia y aportando mucha comicidad. Todo el reparto es magnífico, empezando por el doctor Frank-N- Furter de Stephen Webb, imponente en presencia y voz. Sexy en corsé y liguero, divertido, libidinoso… y excelente cantante –se luce en la brillante ‘Sweet Transvestite’-, atrapa al personal con su poderío escénico. Excelente también Kristian Lavercombe, que cumplió en Barcelona sus 2.500 funciones metido en el excéntrico pellejo del mayordomo Riff Raff con una fantástica caracterización. Haley Flaherty y Richard Meek brillan como los cándidos Janet y Brad; Suzie McAdam es una fascinante Magenta, Darcy Finden borda a la chiflada Columbia y los también estupendos Ben Westhead (Rocky) y Joe Allen (Eddie y dr. Scott) completan un elenco de lujo al que el director, Christopher Luscombe, hace lucir al máximo.

El ‘sex and rock and roll’, en manos de un equipo formidable, resulta infalible y en este caso el espectáculo cuenta con una legión de fans y unos alicientes participativos. Muchos seguidores acuden disfrazados de sus personajes favoritos, levantan al público para bailar el temazo ‘Time Warp’ y rompen la cuarta pared lanzando ocurrencias y pullas, principalmente cuando actúa el narrador. La fiesta es completa. Un electrizante y eterno musical de culto.