Shaking Shakespeare és un espectacle musical basat en les composicions inspirades en les obres i textos del «Gran Willy», des de l’època elisabetiana fins als nostres dies. És un espectacle irreverent, irònic, que s’apropa al públic amb un aire provocatiu i en busca la complicitat. Amb una factura musical acurada, perfeccionista; amb la participació de professionals amb una trajectòria contrastada i amb un format proper al cabaret, Shaking Shakespeare vol seduir l’orella i l’esperit del públic i oferir-li una perspectiva nova de diversos textos de l‘autor.
La proposta integra els diferents gèneres musicals que al llarg dels segles han adaptat Shakespeare; des del madrigal renaixentista fins al musical contemporani de Broadway.
Finalista en la categoria de musical. Premis de la Crítica 2015El Circol Maldá se está definiendo como un espacio alternativo en el mejor sentido de la palabra, ciertamente, plantea nuevas visiones de los textos clásicos y en general, su propuesta de programación es de una franca frescura, llena de detalles para sus espectadores que denotan el amor con el que esta joven compañía afronta el reto de gestionar este espacio.
Además, hay una cosa muy importante sobre todo, este espacio se está definiendo por la solidez actoral y musical de sus montajes. Actores que bailan, cantan en varios idiomas y tocan instrumentos con un profesionalismo sorprendente. Los últimos espectáculos que hemos visto en este pequeño espacio nos ha dejado siempre claro la calidad técnica e interpretativa de sus integrantes.
Este espectáculo no es la excepción. Lo mejor de él es la calidad de su integrantes y una propuesta poco hortodoxa de integración diferentes obras musicales inspiradas en los textos shakespereanos más importantes. ¿Cuánto ha llenado de la vida artística de los últimos 450 años el trabajo del cisne de Avón? Desde las canciones isabelinas propiamente dichas, hasta las películas de Disney, pasando por óperas muy conocidas (Otello y Macbetto de Giuseppe Verdi) y no tan conocidas como Giulietta e Romeo de Riccardo Zandonai (1883-1944), que tan poco se interpreta y que es una obra realmente interesante.
Se debe reconocer la dirección musical de Sheila García, pero también la calidad del material humano con el que trabajó para crear este espectáculo fresco, alegre y bien hecho. Las voces de los intérpretes (más de los masculinos que los femeninos, ya que en ellas todavía se siente una falta de homogeneidad en los diferentes registros vocales) están perfectamente trabajadas e integradas en la acción escénica, es una delicia ver actores que, como siempre, son el principio y el fin del teatro.
Quizá el punto más criticable está en asuntos como algunas luces mal colocadas o la estructura dramática, que cae casi en lo superficial de la vista panorámica, sin embargo este espectáculo funciona porque logra una conexión con el espectador sin reservas. Esto queda claro con la respuesta de los espectadores que han llenado la sala.
El Circol Maldá se está volviendo un lugar en donde ver el teatro del actor, donde lo importante es lo que un ser humano es capaz de decir con todas sus herramientas expresivas.