Raphaëlle

Teatre | Nous formats

informació obra



Autoria:
Carles Fernández Giua, Eugenio Szwarcer
Intèrprets:
Carles Fernández Giua, Eugenio Szwarcer, Raphaëlle Pérez
Direcció:
Carles Fernández Giua
Escenografia:
Eugenio Szwarcer
Vídeo:
Eugenio Szwarcer
Sinopsi:

La Conquesta del Pol Sud ens proposa un trajecte que va de la història individual a la col·lectiva i ho fan combinant testimonis reals en escena i investigació periodística. Aquest cop, s'interroguen sobre un món que camina cap a la reivindicació del rol protagonista de la dona a la societat. El muntatge de La Conquesta del Pol Sud parteix d’una experiència individual de transició, de canvi de gènere, un recorregut vital marcat per la lluita per la identitat, per l’autoafirmació, pel trencament dels motlles. Una experiència que es forja en el si de la cultura europea, a França, i que qüestiona de molt a prop els referents i models amb els quals creixem. La lluita individual de la Raphaëlle Pérez ens parla del canvi col·lectiu que viuen les nostres societats. Alhora, la companyia investiga el tractament del gènere en altres cultures. Potser la divisió entre el masculí i el femení no és més que una simple  convenció occidental?

Raphaëlle projecta una mirada sobre un món globalitzat en plena transformació i ens parla sobre lluites i conquestes socials, sobre les minories, sobre l’educació que rebem i els rols que assumim. Què vol dir ser dona? Què vol dir ser home? I, encara més, com podem viure en un món en procés de canvi on sembla que han desaparegut totes les certeses?


Crítica: Raphaëlle

24/07/2018

Vida de Raphaëlle

per Juan Carlos Olivares

La Conquesta del Pol Sud (Carles Fernández Giua y Eugenio Szwarcer) cierra con Raphaëlle su trilogía sobre la mujer, la identidad y la historia. Cada uno de los espectáculos lleva por título el nombre propio de sus protagonistas. Nadia y Claudia establecían además un interesante puente entre la historia personal y la colectiva. Es en este punto donde más flaquea la última. Con el mismo cuidado abrigo audiovisual y la misma honestidad testimonial de las anteriores, Raphaëlle se presenta desde una dimensión mucho más privada, sin que el espectador perciba con tanta claridad la incidencia de su biografía sobre la comunidad y su mirada sobre determinadas realidades.

Incluso se podría decir que el discurso que se construye -en este caso sobre la transexualidad- es menos complejo de lo que realmente empezamos a conocer. Y el montaje apunta a todo lo contrario escuchando las palabras grabadas del sociólogo Miquel Missé. Sin el cuestionamiento radical de lo binario que hace uno de los pensadores barceloneses más interesantes en el terreno de las teorías queer, este proyecto estaría aún más escorado hacia cierta convencionalidad en relación a la diversidad de género. Para contrastar, ahí está -para entender la enorme variedad de la experiencia queer- el montaje recientemente dirigido por Didier Ruiz.

Con Raphaëlle hay que esforzarse en volver siempre a la pregunta inicial de Missé (¿por qué un chico quiere ser una chica o viceversa?) para sacudirse muchos de los estereotipos que de manera involuntaria sobrevuelan esta pieza y que de forma muy cruda aparecen en la entrevista a una transexual obligada a la prostitución y en el cuestionario que lanza un doctor para establecer si realmente hay disforia de género -Missé impugnaría la misma base disfuncional del concepto- y si procede a un tratamiento hormonal.

Pero la historia pertenece a Raphaëlle, nacida Raphael Pérez en el Sur de Francia. Una mujer en plena transición física hacia su identidad femenina. Cuesta relativizar su biografía -siempre desde el punto de vista de la narrativa dramatúrgica- cuando está narrada desde la más sincera experiencia vital. Un viaje lleno de obstáculos -entre los que no se cuentan los padres- que empieza con la luminosidad de la infancia junto al Mediterráneo, se oscurece con la pubertad sufrida en los paisajes grises y verdes de Normandía, se intensifica con el descubrimiento de la gran ciudad en París y se transforma en Barcelona con la irrupción de cierta luz en la incerteza. Una persona capaz de despertar una enorme empatía por la naturalidad con que comparte sus muchas vicisitudes, también las ilusiones rotas de entrar en el Olimpo de la moda francesa.