Temps salvatge

informació obra



Intèrprets:
Manel Barceló, Sara Espígul, Marina Gatell, Alícia González Laà, Míriam Iscla, Malcolm McCarthy, Laia Manzanares, Carme Elias, Eduard Farelo, Borja Espinosa
Escenografia:
Lluc Castells
Il·luminació:
Ignasi Camprodon
Vestuari:
María Araujo
So:
Jordi Bonet
Ajudantia de direcció:
Albert Arribas
Producció:
Teatre Nacional de Catalunya
Autoria:
Nao Albet, Marcel Borràs
Sinopsi:

Una tranquil·la urbanització fronterera es disposa a organitzar una celebració que tindrà lloc al pavelló municipal, el qual es troba situat a la sortida de la localitat, a prop d’una zona boscosa per on es comenta que transiten persones estrangeres de manera irregular.

Amb l’aparició de diverses pintades amb missatges amenaçadors, s’apoderarà de la població una espiral de por, suposicions i violència que no només trasbalsarà la vida rutinària dels seus habitants, sinó que acabarà pertorbant greument les seves normes de convivència.

Josep Maria Miró, finalista al text dels Premis de la Crítica 2018

Lluc Castells, Premi a espai escènic als Premis de la Crítica 2018

Ignasi Camprodon, finalista a il·luminació als Premis de la Crítica 2018

Jordi Bonet, finalista a espai sonor als Premis de la Crítica 2018

Laia Manzanares, finalista a revelació als Premis de la Crítica 2018

Crítica: Temps salvatge

28/05/2018

Sin miedo, todo el mundo al TNC!

per Elisa Díez

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Todo empieza con unas pintadas que amenazan a las mujeres de barrio, "Tornarem per violar a les vostres dones" (Volveremos para violar a vuestras mujeres). Todo al mismo tiempo que llega un (o dos) nuevo miembro a la comunidad, la Tau (Laia Manzanares), nieta de una de las vecinas.

Toda la acción pasa entorno a una comunidad de vecinos, donde unos empiezan a sospechar de los otros hasta el punto de querer cambiar todas y cada una de sus rutinas por culpa de este miedo atroz. Y, como siempre, las víctimas son las mujeres, y sus compañeros querrán decidir qué han de hacer, en una especie de paternalismo demodé, excesivamente cansino pero más actual que nunca. Al que se le une un racismo extremo de culpar los fallos propios siempre a los que vienen de fuera en vez de mirarse más el ombligo.

Temps salvatge es un montaje concebido bajo un suspense de hechos muy peculiar por lo que la parte técnica se iguala en importancia a la parte más artística. Con una escenografía imponente de Lluc Castells, una iluminación de Ignasi Camprodon que resalta aún más el clima de agobio constante al que se ve sometido el espectador y un diseño sonoro de Jordi Bonet que corta el aliento y consigue que no puedas apartar ni un segundo la vista de lo que pasa en escena. Brutal. Una combinación perfecta que hace "sufrir" y disfrutar al público al mismo tiempo.

La parte artística la comanda una encantadora y fascinante Laia Manzanares, de la que es imposible no caer rendida a sus pies. Desde el primer minuto su mirada inocente y sus inquietantes acciones atrapan al espectador que espera con ansia cada nueva aparición en escena. De entre los más veteranos destaca Míriam Iscla, que retrata a la perfección un mujer que se niega a dejarse llevar por el miedo y que opta por salvarse a base de coraje y agallas.

(...)