Fugit

informació obra



Companyia:
Kamchàtka
Autoria:
Kamchàtka
Direcció:
Adrian Schvarzstein
Intèrprets:
Cristina Aguirre Pérez, Claudio Levati, Andrea Lorenzetti, Judit Ortiz Parra, Lluis Petit, Josep Roca Canal, Edu Rodilla Soriano, Santi Rovira Odena, Gary Shochat, Prisca Villa
Producció:
FiraTàrrega, Scènes de la Rue – Mulhouse (, Derrière le Hublot – Capdenac
Estrena:
Estrena a FiraTàrrega 2014
Sinopsi:

Aquest treball es planteja com una preqüela que s’ubica a l’inici de la trilogia integrada per Kamchàtka i Habitaculum. Els mateixos personatges, el mateix univers. El públic és citat en un lloc inesperat per iniciar un viatge sorprenent. Una aventura on la geografia de la pròpia ciutat es converteix en un laberint ple d'experiències. Un espectacle en moviment, una fugida plantejada com una forma de lluita cap a l'esperança d'un món millor.

Crítica: Fugit

30/07/2017

EXPERIENCIA en mayúsculas

per Alba Cuenca Sánchez

Primera parada. En un tranquilo y escondido rincón, entramos en un pequeño poblado que podría ser de los años 30 o 40. Sin más sonido que un música ambiente, una mujer hace la colada, dos niños juegan al ajedrez, una familia pela patatas ante la mesa. Caminamos a su alrededor y observamos la cotidianidad de sus actos. De repente, para la música y oímos el sonido de un teléfono colgado en la pared. La actividad se paraliza y la preocupación cubre las caras de todos los habitantes. Malas noticias. Rápidamente, desmontan su mundo, recogen sus pocas pertenencias, preparan sus maletas y empiezan su huida, alentándonos a acompañarlos.

Nos separan en grupos para que escapar sea más fácil y, a partir de ahí, todo es sorpresa y acción. Corremos. Nos escondemos. Estos habitantes anónimos y atemporales nos guían por todas las fases del viaje, y nos traspasan el suspense, el nerviosismo por saber que quizás no sobrevivimos.

Ante la mirada atónita de los peatones que circulan en ese momento por las calles en las que nos movemos, los actores improvisan e interactúan con lo que van encontrando. Y es curioso como algunas de esas acciones parecen planeadas pese a no serlo. Una mirada cómplice, un perro ladrando en el momento justo. La forma en la que la función se nutre de la calle y de sus gentes que hace que cada pase sea único e irrepetible.

Mediante esta experiencia vital, la compañía Kamchàtka nos invita a vivir los peligros de cualquier humano que tenga que huir. El miedo, la incertidumbre y la tensión se apoderan del ambiente. Pero también lo mucho que significa en este contexto algo tan sencillo como un descanso, una fotografía, un trozo de pan. Y la confianza que se establece entre personas desconocidas, con los que a veces ni siquiera tenemos un idioma común. No importa, el lenguaje imperante es el de la empatía, la nostalgia y la supervivencia. Y la mejor forma de entenderlo es vivirlo.